Determinan que exmano derecha de Lula use tobillera electrónica fuera de la cárcel

Actualizado a las 04/05/2017 - 14:01

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El juez federal brasileño Sergio Moro, responsable de las investigaciones del caso de corrupción en la petrolera estatal Petrobras, determinó hoy que el exministro José Dirceu, mano derecha del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010) use tobillera electrónica mientras permanezca fuera de la cárcel, de la que salió hoy.

La medida fue tomada un día después de que la Segunda Sala del Supremo Tribunal Federal (STF) revocó la prisión preventiva de Dirceu, quien ya había sido condenado en un proceso derivado de la Operación Lava Jato.

"Existe un recelo natural de que, al ser puesto en libertad, (Dirceu) se sustraiga a la aplicación de la ley penal", sostuvo Moro en su fallo.

"La prudencia recomienda entonces que sea sometido a la vigilancia electrónica y que sus desplazamientos sean controlados", concluyó el magistrado, que había decretado la prisión preventiva del exministro.

El juez también le prohibió al exministro dejar el país y comunicarse con otros acusados y testigos en los casos en los que está involucrado, a excepción de los testigos convocados por su defensa.

Dirceu, mítico dirigente del Partido de los Trabajadores (PT), se encontraba detenido preventivamente desde agosto de 2015 en el Complejo Médico-Penal, en el sureño estado de Paraná.

Fue condenado a 23 años de prisión por los delitos de corrupción y lavado de dinero, tras ser acusado de recibir más de 15,24 millones de dólares en sobornos de una trama corrupta dentro de Petrobras.

En su sentencia a la época, Moro decidió mantenerlo en prisión preventiva. Precisamente ayer martes, el Ministerio Público Federal (MPF) presentó una nueva denuncia contra el exministro, también en el marco de la Operación Lava Jato, por el presunto recibimiento de sobornos, entre los años 2011 y 2014, de parte de constructoras que prestaban servicios a Petrobras.

Dirceu, de 71 años, fue el artífice de la campaña que llevó a Lula a ganar las elecciones presidenciales de 2002, tras las cuales fue nombrado ministro de la Presidencia, un influyente cargo desde el que controlaba todos los resortes del poder.

A mediados de 2005, sin enbargo, tuvo que renunciar al cargo cuando surgió el escándalo de sobornos en el Parlamento, en el caso llamado "mensalao", por el que fue condenado en diciembre de 2012 por la Corte Suprema a siete años de prisión y en noviembre de 2013 fue encarcelado por primera vez, pero un año después fue beneficiado con la prisión domiciliaria.