El Tribunal Regional Federal (TRF) de la Cuarta Región en la ciudad brasileña de Porto Alegre revocó la orden para que el ex presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, asista a los testimonios de 87 testigos en las audiencias de la operación "Lava Jato" (Lavadero).
De esta manera, el TRF de la Cuarta Región de Porto Alegre atendió el pedido formulado por la defensa del ex mandatario, cuya presencia en las audiencias donde declararán los testigos de la defensa fue determinada por el juez Sergio Moro, según informes difundidos hoy por la prensa local.
En el proceso, Lula da Silva está acusado de soborno y lavado de dinero, y su declaración ante el juez está prevista para el 10 de mayo.
De acuerdo con la acusación, el ex presidente tenía gastos pagados por la constructora Odebrecht, tales como la compra de tierras para el Instituto Lula y el alquiler de un apartamento en Sao Bernardo do Campo, Sao Paulo.
Da Silva calificó la decisión de Moro de asistir a todas las audiencias de "regateo", puesto que el juez ofreció a la defensa reconsiderar el número de testigos convocados.
En respuesta, la defensa recordó que la cantidad de testigos es consistente con la ley, que permite hasta ocho para cada acto ilícito imputado.
De acuerdo con el juez, Nivaldo Brunoni, del TRF de Porto Alegre, que tomó la decisión, "no parece razonable exigir la presencia del acusado en todas las audiencias de los testigos presentados por la defensa propia, siendo asegurada su representación únicamente por su defensa técnica".
El juicio del ex mandatario y en especial su declaración ante Moro la semana próxima en Curitiba han generado gran expectativa en el país.
En caso de ser condenado y la sentencia ser confirmada por un tribunal superior, Lula da Silva quedará automáticamente inhabilitado para postularse a las elecciones presidenciales de 2018.
El ex presidente lidera con holgura los sondeos de intención de voto en todos los escenarios posibles.