Cuando genocidas ruandeses se encuentran frente a frente con sobrevivientes

Actualizado a las 06/05/2017 - 09:48

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KIGALI, 5 may (Xinhua) -- Los ruandeses que participaron en el genocidio de 1994 contra los tutsis están encontrándose frente a frente con los sobrevivientes para pedirles perdón en un país en el que el Estado y las diferentes religiones ahora están hablando de reconciliación.

En la parroquia de Nyamata en el distrito de Bugesera, en el este de Ruanda, Pierre Butoki, ex genocida de la zona, se arrodilló con una vela en la mano, fue rociado con agua bendita y escuchó himnos y alabanzas a Dios de los clérigos y otros cristianos.

Butoki es un ex policía que prestó sus servicios de 1960 a 1973 y fue miembro activo de la milicia Interahamwe responsable de asesinatos masivos durante el genocidio.

Butoki recuerda haber participado en ataques en la iglesia de Ntarama en el mismo distrito y en otros lugares y haber matado a muchos tutsis, incluyendo a un sacerdote.

Butoki dijo que "fue perdonado luego de pasar por un proceso que sanó su corazón".

"Estaba cansado de esconder la cabeza de vergüenza. Decidí pedir perdón aunque no es fácil, como tampoco lo es perdonar a alguien que cometió delito grave en tu contra o contra tu pariente", dijo.

El ex policía vivió con sentimientos de culpa durante más de dos décadas, pero hace seis meses asistió a un curso de sanación del corazón en el que habló abiertamente de sus crímenes.

"Yo era rechazado hasta en la iglesia y me miraban como perpetrador de genocidio. Tengo una historia terrible. Sentía un vacío espiritual", dijo.

Los responsables de genocidio que aún no se han reconciliado con los sobrevivientes son muchos en el distrito de Bugesera y no hay estadísticas oficiales, pero funcionarios afirman que el camino hacia la reconciliación sigue siendo largo en esa zona.

El sacerdote principal de la parroquia de Nyamata, Emmanuel Nsengiyumva, dijo que son pocos los responsables de genocidio que hasta el momento se han acercado con remordimientos.

El distrito de Busegera es una de las zonas que registraron asesinatos masivos durante el genocidio.

La iglesias, a las que la gente asistía para purificarse, recibir bendiciones, orar y comulgar, se convirtieron en mataderos en 1994.

Chantal Niwemugeni, una sobreviviente, recuerda las horribles matanzas ocurridas específicamente en la iglesia de Ntarama.

"Tengo vívidos recuerdos de las matanzas. Como si hubieran ocurrido ayer. Recuerdos amargos quedaron grabados en mi mente. No puedo olvidar al coro de la iglesia que cantaba para nosotros. Sus integrantes fueron asesinados con machetes, palos y otro tipo de armas tradicionales", dijo la mujer en un reciente evento conmemorativo en el distrito.

Recordó de manera particular a las milicias cubiertas en hojas de plátano corriendo de un lado para el otro y gritando el 11 de abril de 1994. Nigemugeni sobrevivió junto con su hermano y su padre que en ese entonces era maestro.

Alrededor de 5.000 personas fueron asesinadas en la antigua iglesia de Ntarama en el distrito ahora convertida en sitio conmemorativo nacional.

"En algún momento, algunos de nosotros intentamos suicidarnos para no enfrentar un horrible asesinato, pero por la gracia de Dios fuimos rescatados por los soldados del Ejército Patriota Ruandés (EPR)", recordó la mujer.

El EPR se convirtió después en el partido gobernante en 1994.

La reconciliación es inevitable, dijo.

Butoki, al igual que cerca de 60 ex genocidas, señaló que luego de sanar su corazón desde julio de 2016 pidió perdón a los sobrevivientes y se le concedió.

Butoki fue parte de un grupo de 247 ex convictos que se sometieron al curso de sanación.

El primer grupo de 166 completó el curso y se reconcilió con los sobrevivientes en enero de 2017. Otros 30 están por concluir el proceso.

Angelique Mukabukizi, sobreviviente del distrito de Bugesera, dijo que luego de que mostraron remordimiento ya no ve a los ex genocidas como milicia Interahamwe.

"Ahora siento alivio tras conocer a la persona que mató a mi padre. Ya lo perdoné", dijo la mujer sobre Butoki. "Todos los ex genocidas deben presentarse en nombre del amor".

Además de las acciones de la iglesia, otros esfuerzos de reconciliación son encabezados por la Comisión de Unidad Nacional y Reconciliación de Ruanda.

El Barómetro de la Reconciliación en Ruanda de la comisión indicó en 2016 que el 92,5 por ciento de los ruandeses creen que la unidad y la reconciliación se han logrado y que los ciudadanos viven en armonía.

Pero el informe también indica que el 27,9 por ciento de los ruandeses aún se ven a sí mismos a través de grupos étnicos.