La justicia brasileña ordenó hoy la suspensión de las actividades del Instituto Lula, una organización fundada en 2011 y liderada por el ex presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010).
Un tribunal de Brasilia, a pedido de la Fiscalía, ordenó la suspensión de las actividades del Instituto Lula porque, pese a desarrollar proyectos sociales, existe la evidencia "vehemente" de "delitos" que pueden haber sido iniciados o instigados en la sede de la entidad, en la ciudad de Sao Paulo (sureste de Brasil).
Para asegurar el cumplimiento de la decisión, la justicia resolvió que la Superintendencia de la Policía Federal en Sao Paulo, la Junta Comercial paulista y el presidente del Instituto Lula sean comunicados de la restricción.
En la evaluación del juez, existe suficiente evidencia de que el instituto es un local con "gran influencia en el escenario político del país", y que varias "negociaciones" que tuvieron lugar en la sede de la entidad generaron líneas de "investigación" policial posteriores.
Según la Fiscalía, la constructora Odebrecht, salpicada en el caso de corrupción en Petrobras, adquirió un terreno en Sao Paulo para que el instituto construyera una nueva sede, a cambio de contratos.
La nueva sede, sin embargo, nunca "salió del papel".
La decisión de la justicia llega un día antes de que Lula declare por primera vez ante el juez federal Sergio Moro, en otra de las causas en que responde como sospechoso del caso de corrupción en Petrobras.
El ex mandatario deberá prestar declaración por la supuesta propiedad de un departamento en el balneario paulista de Guarujá que figura en los registros a nombre de la constructora OAS, a cambio de "favores".