La ex presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, dijo hoy que el juicio político ("impeachement") al cual fue sometida hace un año resultó ser en realidad un "golpe" contra la población brasileña y sus derechos sociales.
A través de las redes sociales de internet, Rousseff afirmó que el gobierno del presidente brasileño, Michel Temer, retira las conquistas de los trabajadores "cada día que pasa".
"El golpe no fue sólo contra la democracia brasileña y una presidenta legítimamente electa, que no cometió delito de responsabilidad. El golpe fue también - y sigue siendo - contra la población brasileña, que cada día pierde otro derecho", reiteró.
Rousseff recomendó leer el informe "Un golpe al día, 365 derechos perdidos" de la organización Alerta Social, una cronología de los últimos 12 meses con 365 eventos y medidas que tuvieron como resultado la pérdida de los derechos de los brasileños.
"Cada mes se ha puesto de relieve una política pública y cómo está siendo desmantelada. Ese camino da la noción de cómo un proyecto sin votos, de desarrollo excluyente, con visión de Estado mínimo, con prácticas autoritarias, de salvaguarda a los intereses del capital nacional e internacional se instala y gana vigor en Brasil ", explicó Alerta Social.
La ex mandataria fue apartada del cargo provisionalmente el 12 de mayo del año pasado para ser sometida a juicio político, acusada de supuestamente violar la Ley de Responsabilidad Fiscal.
En su reemplazo asumió el entonces vicepresidente de Brasil, Michel Temer, del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), quien designó un nuevo gabinete de ministros e impulsó de inmediato una serie de medidas de ajuste y reformas.
Temer asumió en forma definitiva el 31 de agosto, cuando el Senado destituyó a Rousseff, a quien condenó por practicar el "pedaleo fiscal" (atrasos en los pagos a bancos públicos) y publicar decretos de crédito suplementarios sin autorización del Congreso.