URUAPAN, México, 5 jun (Xinhua) -- Elena Román se alegra cuando dimensiona que los cientos de aguacates que empaca con sus manos en una planta de la municipalidad de Uruapan, enclavada en la montaña del estado de Michoacán (oeste), llegan ahora a las tiendas y mesas de China.
"Es algo bonito porque piensas que van a viajar hasta allá. Causa emoción saber eso" , dijo la obrera de 40 años y madre de cuatro hijos.
Elena labora en una de las ocho empacadoras de aguacate de Uruapan que exportan al país asiático, un mercado que los productores mexicanos de la fruta de pulpa verde se esfuerzan cada vez más por conquistar.
Sólo la productora y empacadora donde ella trabaja, Avo Hass, tiene la meta de enviar 300 toneladas de aguacates a China en este 2017, el doble de las 150 que exportó en cada uno de sus dos primeros años comerciando en ese naciente mercado.
La directora de la empresa, Nadia Flores, expuso que Estados Unidos compra la mayoría de las 12.000 toneladas de aguacates cosechados en sus huertos y en los de terceros que empacan en su planta, pero ahora tienen interés en aumentar su presencia en la potencia asiática.
"Estamos volteando los ojos hacia China porque vemos que es una excelente oportunidad" , sostuvo la directiva de la empresa nacida de la tradición familiar de producir aguacates en pequeños huertos.
Para ganar clientes en China los productores de Uruapan confían en el sabor y la calidad del aguacate de Michoacán, un estado que es pilar para que México sea el mayor productor del mundo y provea siete de cada 10 piezas que se consumen en el orbe.
El suelo de Michoacán aportó casi 1,5 millones de toneladas de aguacate durante 2016, una cantidad que representa el 78 por ciento de las 1,8 millones de toneladas producidas en México, según el anuario estadístico agrícola del gobierno federal.
Uruapan, conocida como la capital mundial del aguacate, contribuyó con el 10,5 por ciento de la producción del estado que tiene en el llamado "oro verde" uno de sus principales ingresos económicos junto con las remesas que los migrantes envían desde Estados Unidos.
Al menos 13.800 hectáreas de tierra de la municipalidad con 315.000 habitantes están destinadas a la cosecha en frondosos árboles, los cuales se pueden observar en huertas de todos tamaños a los costados de los caminos o incluso en pequeños jardines.
Cada uno de esos árboles, que miden hasta 25 metros de altura, puede llegar a producir tres toneladas en una temporada, que normalmente corre de julio a enero.
"La tierra de Michoacán hace que el aguacate sea cremoso y amantequillado" , presumió el administrador de las huertas de Avo Hass, Fernando Alonso, quien estimó que el 60 por ciento de la población de Uruapan vive de la fruta.
Para la directora comercial de la exportadora San Marcos Avocado, Angélica Villalpando, el sabor "inigualable" es lo que abre las puertas al aguacate mexicano por encima del que se produce en otros países.
Basada en California, Estados Unidos, la comercializadora de Villalpando trabaja para incrementar las 20 toneladas de aguacate mexicano que mensualmente envía a China porque observa que su mercado se está abriendo al exótico fruto verde.
La exportación de aguacate al gigante asiático cerró en las 10.294 toneladas el año pasado, un salto gigante con respecto a las 16,7 toneladas enviadas apenas en 2009, según los datos del sistema de información arancelaria de la Secretaría (ministerio) de Economía de México.
Las ventas a China todavía están lejos de la demanda de Estados Unidos, que compró casi el 77 por ciento de las más de 1 millón de toneladas de aguacate que México exportó en 2016, sin embargo ya figura entre los 10 principales mercados para la fruta verde.
"Es un mercado especial, es un mercado exigente; es un mercado que te exige infinitas normas de calidad, de sanidad, de inocuidad, en el tema estético, en el tema del empaque" , expuso Villalpando.
"Podría decir que aproximadamente estamos creciendo en un 100 por ciento anual. Tenemos altas expectativas" , abundó.
El gerente operativo de Avo Hass, Miguel Patlán, explicó que en China se interesan específicamente por aguacates de tamaño pequeño, de color verde alimonado o mate, sin daños cosméticos en su exterior y que puedan permanecer 15 días en exhibición en tiendas.
"En las cuestiones de calidad de la fruta, nos dice que debe de ser una fruta totalmente limpia" , agregó.
En la planta de la empresa, de 1.100 metros cuadrados, una gigante máquina selecciona los aguacates ideales para China a través de sensores de peso y tamaño; después, las obreras, como Elena, los revisan y guardan en cajas.
Los buques tardan 26 días en llegar desde la costa del Pacífico mexicano a puertos chinos como Shanghái o Shénzhen, por lo que generalmente los embarques de aguacates viajan a 3,3 grados de temperatura para que se preserven frescos.
Productores y comercializadores también confían en que aumentarán las ventas al país asiático porque cumplen con los requisitos de sanidad solicitados por el gobierno chino a lo largo de la cadena de producción, almacenamiento, empaque y traslado.
Un inspector de la Secretaría (ministerio) de Agricultura revisa cada uno de los aguacates de 59 cajas que son parte de los embarques para verificar que estén limpios de plagas, previo a que salgan de las plantas rumbo a los puertos.
"Queremos mostrarles que estamos haciendo las cosas bien, que estamos cumpliendo con todos los requisitos, que tenemos un buen producto" , sintetizó Flores, la directora de Avo Hass.