CHONGQING, 23 jun (Xinhua) -- A pesar de haberse bautizado Wukong, el todopoderoso Rey Mono del clásico chino "Viaje al Oeste", una empresa de incipiente creación de bicicletas de uso compartido no ha podido evitar ir a la bancarrota solo cinco meses después de haber empezado a circular.
Chongqing Zhanguo Technology, el operador de Bicicleta Wukong, anunció la semana pasada en su cuenta de Sina, un servicio de microblogs parecido a Twitter, que había retirado sus bicis de las calles y que devolvería los depósitos a los usuarios en los próximos 30 días.
Se cree que Bicicleta Wukong es la primera firma de este incipiente sector que quiebra en China.
Las llamadas de Xinhua a su fundador Leu Houyi no obtuvieron respuesta, pero la prensa le citó diciendo que había perdido más de un millón de yuanes (146.000 dólares).
Una de las razones del fracaso de la firma fue su incapacidad de encontrar un suministrador de bicicletas de calidad y las que obtuvo de pequeños fabricantes tenían muchos defectos.
Lei, de 26 años, trabajó como guardia de seguridad en la Universidad de Peking. Oriundo de Chongqing, el modelo de negocio de Mobike y Ofo le inspiró y decidió establecer el mismo negocio en su ciudad natal.
Wukong lanzó sus servicios el 7 de enero y desplegó 1.200 bicicletas por Chongqing, la mitad de ellas en campus universitarios. En la actualidad se desconoce el paradero de cerca del 90 por ciento porque solo disponían de un cierre mecánico y podían ser robadas fácilmente.
Chongqing es una ciudad montañosa, y las universidades son el principal mercado de las firmas de bicis de uso compartido. Xinhua presenció un gran número de las naranjas de Mobike y amarillas de Ofo, las dos empresas que controlan el mercado chino.
"Las bicis de Mobike son de mejor calidad, pero las de Ofo son más baratas", explica He Xia, una estudiante de la Universidad de Chongqing.
He ha probado otras, pero son menos confortables. "Como resultado, preferimos las grandes marcas", apunta.
Ren Yiling, un estudiante de la Universidad del Suroeste, fue uno de los que probó el servicio de Wukong. "Las bicis eran de mala calidad", describe, "temblaban mientras pedaleaba, así que dejé de usarla".
Bicicleta Wukong cerró el negocio el día antes que Mobike anunciase que había reunido más de 600 millones de dólares para financiar su expansión en el exterior.
En un tiempo en el que la gente busca hacer más fácil sus vidas y ahorrar recursos, compartir bicicletas se ha popularizado en China.
Mobike y Ofo comenzaron a funcionar apenas hace un año. Desde entonces, han saltado a las calles más de 30 firmas similares.
Un informe divulgado por el Centro de Información del Consejo de Estado predijo que la economía compartida crecerá a una media anual del 40 por ciento durante los próximos años y supondrá más del 10 por ciento del producto interior bruto del país hacia 2020.
"Creo que el fallo de Wukong no se debe a que el mercado de bicis de uso compartido no sea bueno, sino por la elección de la ciudad", resume un internauta apodado Yangyangshutu. "Todo residente de Chongqing conoce el dicho: ´en Chongqing, las bicis son las que montan al hombre´. No es una ciudad para bicicletas", concluye.