Por Francisco Plata Valencia
BOGOTA, 27 jun (Xinhua) -- La guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) entregó formalmente hoy todas sus armas, poniendo fin a más de 50 años de conflicto armado interno, y deberá ahora crear un partido político.
En una ceremonia en Buenavista, vereda del municipio de Mesetas (sureste), el presidente Juan Manuel Santos y el líder máximo de la guerrilla, Rodrigo Londoño, conocido con el alias de "Timochenko", presenciaron la entrega del armamento por parte de los insurgentes a las Naciones Unidas, que certificó la entrega de 7.132 armas.
El próximo 1 de agosto, los 7.000 excombatientes de las FARC que están actualmente concentrados en 26 zonas veredales podrán iniciar su actividad política, aunque aún no se conoce ni el nombre ni la orientación del partido político que formarán.
"Hoy, 27 de junio, para mí, y creo que para la inmensa mayoría de los colombianos, es un día muy especial, un día que jamás olvidaremos: el día en que las armas se cambiaron por las palabras (...) Puedo decir, desde el fondo de mi corazón, que por llegar a este día, por vivir este día, por lograr este día, ha valido la pena ser presidente de Colombia", dijo Santos.
Analistas consultados por Xinhua afirmaron que las FARC tendrán ahora que superar varios escollos, uno de los cuales es quitarse el estigma de "maldad" que tienen tras 53 años de conflicto. Según un encuesta reciente, más del 83 por ciento de la población tiene una imagen negativa de ellas.
El politólogo de la Universidad Javeriana de Bogotá Fernando Giraldo afirmó que, a corto plazo, no se puede saber cómo será el nuevo partido político.
"El partido de las FARC será algo a largo plazo, en el corto plazo no tendrán candidato presidencial e inevitablemente se presentarán a las elecciones legislativas porque tiene que cumplir con lo pactado (...) En el corto plazo no les irá muy bien, pues tienen que superar el rencor que tienen los colombianos hacia ellos, y eso no se borra de la noche a la mañana", afirmó.
En este sentido, el analista Pedro Villamizar declaró que el grupo insurgente reconoce que no es nada popular y los únicos simpatizantes que tiene son los propios guerrilleros y algunas personas de izquierdas.
"Saben que tienen mucho por ganar, pero igualmente lo pueden perder todo como ocurrió con la guerrilla del M-19 (en los años 90), que comenzó muy bien como partido y luego fue perdiendo el apoyo popular. Ahora nadie se acuerda de ellos", comentó.
Ambos analistas afirmaron que los exguerrilleros no tendrán un candidato presidencial y apoyarán a aspirantes de centroizquierda o izquierda, nunca en cualquier caso a los del opositor partido de derecha Centro Democrático, dirigido por el expresidente y senador Alvaro Uribe.
Según los acuerdos firmados entre el Gobierno y las FARC, los insurgentes tendrán presencia en el Congreso a partir de 2018 con 10 curules: cinco el Senado y cinco en la Cámara de Representantes.
Una situación que preocupa tanto a las FARC como al Gobierno es que futuras administraciones puedan dañar el actual proceso de paz, aunque, de acuerdo con el Ejecutivo, los pactos están blindados.
"Esto tiene que estar claro, ningún Gobierno, cualquiera que sea, va a poder hacer trizas los acuerdos. Hay una obligación constitucional de cumplirlos, forman parte de nuestro ordenamiento jurídico, luego los dos Gobiernos que sucedan al actual no podrán echar atrás lo que ya se ha aprobado", aseveró recientemente el ministro del Interior, Guillermo Rivera.
Los analistas consultados por Xinhua comentaron que la oposición, encabezada por el Centro Democrático, buscará renegociar la paz con la guerrilla pues considera que esta sacó provecho en las negociaciones.
A juicio de Giraldo, que un nuevo Gobierno intente "dar la vuelta a las cosas como llevándolos ante los tribunales" sería un "exabrupto jurídico ante los ojos del mundo", aunque "sí sería posible quitarles las curules del Congreso".
El nuevo acuerdo de paz fue firmado el pasado 24 de noviembre por el presidente Santos y el máximo líder de las FARC y aprobado por el Congreso en diciembre.