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Hongos mágicos de China que crecen en la hierba

Actualizado a las 19/07/2017 - 15:38
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FUZHOU, 19 jul (Xinhua) -- Finalmente pasó: la hierba salvaje se puede convertir en hongos nutritivos y deliciosos. No, no es brujería, sino tecnología agrícola moderna, que da dinero y dignidad a los agricultores pobres en China y más allá.

La tecnología permite que crezcan hongos comestibles y medicinales de hierba cortada o plantas herbales, en una vía similar a cómo crecen en los árboles. Estos herbáceos se llaman "Juncao".

La idea nació de la mente de Lin Zhanxi, de 75 años, un profesor de la Universidad de Agricultura y Silvicultura de Fujian, que dio con la técnica hace más de 30 años.

El Proyecto Tecnológico Juncao fue lanzado por la sede de la ONU en mayo y ha sido apoyado por el Fondo para la paz y el desarrollo China-ONU. El proyecto también ayudará a los países en vías de desarrollo a prevenir la pérdida de suelo y agua, mientras combaten la pobreza y la malnutrición.

DEL LABORATORIO A LA GRANJA

El viaje de investigación de Lin sobre el Juncao comenzó la primavera de 1983, cuando estaba visitando el distrito de Changting, en la provincia oriental china de Fujian.

Lin se quedó sorprendido de lo que vio: deforestación excesiva, pérdida de agua y suelo y gente pobre.

Lin lo recuerda como si fuera ayer. Un viento frío barría a través de las paredes rotas de las casas de adobe mientras una familia se apiñaban buscando calor.

"Tío Lin, tengo mucha hambre. ¿Me podrías dar algunas patatas dulces para comer?", le preguntó un niño.

Lin no pudo dormir esa noche. "¿Seguro que no había una forma de salvar a aquella pobre gente y su ambiente?", se preguntaba a sí mismo.

Una idea le vino de repente: "¿Qué pasaría si la hierba salvaje se pudiera aprovechar para comida?".

Cuando volvió a la universidad, empezó a investigar el crecimiento de hongos comestibles en la hierba. Tradicionalmente, los hongos eran cultivados en serrín, lo que significaba talar árboles, dañando el medio ambiente.

Después de tres arduos años de investigación, por no mencionar una gran cantidad de innovación, Lin contempló el primer hongo Juncao que germinó de una botella llena con helechos cortados y otros ingredientes.

De todos modos, alentar a los granjeros para que usasen la nueva tecnología de crecimiento de hongos no iba a ser tan fácil.

En el distrito de Youxi en 1998, Lin se rompió las costillas en un accidente de tráfico, pero dejó el hospital solo cuatro días después de la operación para convencer a 27 aldeanos de que probaran su tecnología.

Los habitantes, como mucha gente, no tenía ni idea de que los hongos se pudieran cultivar de hierba salvaje. Muchos pensaron que Lin no era nada más que un fraude o un embaucador.

"Les prometí que les compensaría si perdían dinero", añadió Lin. "Si el distrito de Youxi, que presumía de ricos bosques, podía cultivar hongos en la hierba, otros lugares les seguirían", agregó.

La prueba en Youxi fue un éxito. Hacia 1995, el número de hogares participantes en el proyecto de Lin se había incrementado de 27 a más de 4.200.

El EFECTO SETA

China tiene 400 millones de hectáreas de pastizales, cerca de tres veces la zona de cultivo, según Lin.

Si se usase solo el tres por ciento de las mismas, la industria Juncao podría generar más de 135 millones de toneladas de hongos y crear decenas de millones de trabajos.

En la región autónoma de la etnia hui de Ningxia, en el noroeste del país, el proyecto de Lin ha ayudado a sacar de la pobreza a 17.500 hogares. Los ingresos anuales de los granjeros locales aumentaron de 80 dólares en 1998 a 1.024 dólares en 2007.

Mientras alienta el crecimiento de Juncao en el ámbito doméstico, Lin y su equipo han estado trabajando para ampliarlo en el extranjero desde la década de los 90.

China ha ofrecido capacitación en la tecnología Juncao a más de 6.000 personas a lo largo del mundo y estableció bases de entrenamiento y producción Juncao en ocho países, entre ellos Tailandia, Malasia y Fiji, ayudando al incremento de los ingresos de los granjeros, y a la par generando beneficios sociales y ambientales.

Con la asistencia técnica de China, Juncao ha ayudado a prevenir la pérdida de suelo y agua en Ruanda, combatido la pobreza en Sudáfrica e impulsado la cría de ganado en Fiji.

El equipo de Lin ha cultivado más de 50 hongos comestibles y medicinales, como el Hongo Trompeta de Rey y el Hongo Oreja de Madera, usando diferentes tipos de hierba.

"Afortunadamente, la tecnología de crecimiento de hongos creada por investigadores chinos desempeña un papel más positivo en la lucha global contra la pobreza y la degradación ambiental", manifestó Lin

A pesar de su edad, Lin nunca para. Planea establecer otras ocho bases de producción y entrenamiento en países en desarrollo dentro de los dos próximos años.

El próximo mes, irá a Papúa Nueva Guinea para enseñar a más granjeros cómo convertir la hierba salvaje en hongos que valen su peso en oro.

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