SANTIAGO, 21 ago (Xinhua) -- La Alianza del Pacífico anunció hoy que elabora un estudio analítico junto al Banco Mundial (BM) para evaluar la exposición ante desastres naturales de sus países miembros: Chile, Perú, México y Colombia.
El estudio se concentrará inicialmente en el riesgo sísmico, sin embargo también evalúa la posibilidad de entregar un bono catastrófico ("Cat Bond") conjunto para transferir parte del riesgo a los mercados financieros.
La tarea se realiza con el apoyo del Programa de Financiamiento y Aseguramiento ante Desastres del BM, en colaboración con la empresa de riesgos catastróficos AIR Worldwide y financiado por el gobierno de Suiza.
El estudio, que concluiría este mes, medirá las pérdidas que pueden incurrir los países de la Alianza del Pacífico, con el fin de fortalecer su capacidad técnica para decidir sobre beneficios potenciales de la transferencia del riesgo a los mercados financieros.
En junio pasado, el BM y la empresa modeladora Air Worldwide se reunieron con equipos técnicos de Chile, Colombia, México y Perú para presentar los primeros resultados y afinar detalles para que la modelación y el diseño del "Cat Bond" cumpla con las necesidades de cada país.
Además, los gobiernos de esos cuatro países evaluarán la posibilidad de crear instrumentos financieros para cubrir otros desastres naturales, como los producidos por riesgos climáticos.
Los resultados preliminares demuestran que algunos de los costos de transferencia de riesgo a los mercados pueden verse reducidos en más de 50 por ciento, debido a los beneficios de la emisión conjunta de los cuatro países.
El diseño preliminar del "Cat Bond" intenta cubrir terremotos importantes en cada país.
Por ejemplo, la cobertura está diseñada para incluir un rango amplio de eventos similares al terremoto de 2010 en Chile.
Según el ministro chileno de Hacienda, Rodrigo Valdés, el BM es determinante en brindar su experiencia global en la gestión del riesgo catastrófico en beneficio de los países de la Alianza del Pacífico.
La región de América Latina y el Caribe tiene una de las tasas más bajas de cobertura de seguros en el mundo, por tanto la diferencia entre las pérdidas aseguradas y las pérdidas económicas en toda la región son muy significativas.
Esos bajos niveles de adquisición de seguros pueden resultar en que los gobiernos se hagan cargo de gastos mayores después de un desastre natural, lo cual ejerce una presión indebida sobre el gobierno y su estabilidad financiera.
Debido a los desastres naturales, los gobiernos de América Latina y el Caribe afrontan un aumento de las necesidades financieras para cubrir los servicios de emergencia, alimentos, refugio y escasez de agua, así como las operaciones de limpieza y reconstrucción.
El bono catastrófico puede reducir la exposición al combinar los riesgos de los cuatro países para lograr beneficios significativos en términos de costo y cobertura, además de otorgar un alivio financiero y ayudar a los países a responder de manera rápida ante un desastre.