LA PAZ, 28 ago (Xinhua) -- El gobierno de Bolivia informó hoy que dio por superado el "impasse" diplomático con el encargado de negocios de Estados Unidos, Peter Brennan, como consecuencia de las declaraciones sobre la situación política de Venezuela.
"Respecto al 'impasse' (estancamiento), hemos recibido una nota en la que ellos aclaran su perspectiva y ese debe ser el lenguaje. Está cerrado el mecanismo diplomático, hemos enviado una nota de queja, hemos recibido la respuesta y ahí queda este caso", dijo a periodistas en La Paz el canciller boliviano, Fernando Huanacuni.
Para Huanacuni, los diplomáticos deben dialogar con base en el respeto y la soberanía de los pueblos, la institucionalidad democrática y la no injerencia en el país donde se los acoge.
El gobierno del presidente Evo Morales esperó dentro un plazo "prudencial" una retractación concreta del encargado de negocios y líder de la embajada de Estados Unidos, Peter Brennan, sobre sus dichos contra la situación política de Venezuela y Bolivia.
El incidente entre Bolivia y Estados Unidos se produjo semanas atrás como consecuencia de las visiones y posiciones de ambos gobiernos sobre la situación política en Venezuela.
Brennan fue convocado el pasado 14 de agosto por la cancillería boliviana debido a sus declaraciones sobre la relación de Bolivia con Venezuela, pero no se resolvió el "impasse" porque el gobierno de La Paz quedó insatisfecho con los argumentos expresados y demandó una mayor explicación en un texto entregado la anterior semana.
El ministro de Relaciones Exteriores enfatizó que la perspectiva internacional de Bolivia es profundizar las relaciones con todos los países en términos de un diálogo de "igual a igual" y sin imposiciones.
"Tenemos los diálogos (con Estados Unidos), con todos los países. Con Chile, que no tenemos relaciones diplomáticas, (pero) tenemos relaciones consulares", agregó.
Sobre el restablecimiento de embajadores, Huanacuni precisó que deben seguir dialogando, y consideró que dependerá de la voluntad política de ambos países y en el marco del respeto.
Bolivia y Estados Unidos tienen relaciones distanciadas y carecen de embajadores desde hace nueve años.
A finales de 2008, el presidente Morales expulsó al representante diplomático estadounidense, Philip Goldberg, y también al departamento estadounidense antidrogas (DEA), con el argumento de que conspiraban contra su gobierno.
El entonces presidente de Estados Unidos, George W. Bush, respondió por reciprocidad de la misma manera, al expulsar al entonces embajador boliviano en Washington, Gustavo Guzmán.
También retiró a Bolivia de un plan de beneficios arancelarios que favorecía a las exportaciones textiles, principalmente el Atpdea (Ley de Preferencias Arancelarias Andinas y Erradicación de la Droga).
Representantes de ambos países han sostenido, sin éxito, conversaciones para formalizar la designación de embajadores.