Conflictos comerciales de presidente Trump con China, lejos de ser triviales, dice experto

Actualizado a las 29/08/2017 - 09:27

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WASHINGTON, 28 ago (Xinhua) -- Las acciones punitivas de la administración del presidente Trump contra China podrían tener consecuencias serias para las empresas y los consumidores de Estados Unidos, dijo Stephen Roach, experto en temas de China de la Universidad de Yale, en una columna publicada hoy por Project Syndicate.

El representante comercial de Estados Unidos, Robert Lighthizer, inició una investigación sobre las prácticas de propiedad intelectual de China de conformidad con la Sección 301 de la Ley Comercial de Estados Unidos de 1974.

Muy utilizada en los ochenta y principios de los noventa, la ley permite al presidente Donald Trump imponer unilateralmente aranceles y otras restricciones comerciales a los productos importados de China.

"En una relación humana codependiente, cuando una de las partes altera los términos del compromiso, la otra se siente desdeñada e invariablemente responde pagando con la misma moneda. Los mismo puede esperarse de las economías y sus líderes", dijo Roach, perteneciente al Instituto Jackson de Asuntos Globales de la Universidad de Yale

El vocero del Ministerio de Comercio de China dijo la semana pasada que China tomará "todas las medidas apropiadas" para defender sus intereses legales en respuesta a la investigación estadounidense.

Hablando de las posibles consecuencias de la respuesta china, Roach dijo que podría haber tres consecuencias económicas.

Primera: Imponer aranceles a las importaciones de productos y servicios chinos sería el equivalente funcional a un aumento en los impuestos para los consumidores estadounidenses.

"La posibilidad de tener precios de importación más altos y el potencial efecto de propagación sobre la inflación subyacente podría golpear con especial dureza a los trabajadores de la clase media estadounidense que han enfrentado más de tres décadas de un verdadero estancamiento salarial", dijo Roach.

Segunda: China podría reducir la compra de bonos del Tesoro de Estados Unidos, lo que conduciría a tasas de interés más altas en Estados Unidos, lo cual a su vez desalentaría el crecimiento económico.

Tercera: Las empresas de Estados Unidos podrían salir lastimadas pues otros países podrían limitar el acceso de Estados Unidos a sus mercados como represalia. "Esto socavaría seriamente la revitalización manufacturera que es tan importante para la promesa de Trump de 'Hacer a Estados Unidos grande de nuevo'", agregó Roach.

"Estados Unidos no tiene en su poder la carta de triunfo en su relación económica con China", dijo Roach. "Ponerse duro con China e ignorar estas consecuencias podría constituir un error de proporciones épicas".