BEIJING, 3 sep (Xinhua) -- En el XIX Congreso Nacional del Partido Comunista de China (PCCh) que está previsto que se inaugure el 18 de octubre se elegirá el nuevo liderazgo para el próximo mandato de cinco años.
El congreso es una reunión importante que se celebrará en un momento en el que China se está esforzando por lograr una sociedad modestamente acomodada en todos los ámbitos y que constituye un momento crítico en el desarrollo de socialismo con características chinas.
El XIX Congreso Nacional del PCCh analizará las situaciones presentes nacional e internacional y trazará directrices y políticas que respondan a la llamada de los tiempos.
"Poder extraer directrices integrales, estratégicas y con visión de futuro (en el congreso) afecta al desarrollo de las causas del Partido y la nación y al destino de socialismo con características chinas, así como a los intereses fundamentales de la abrumadora mayoría del pueblo chino", afirmó el presidente, Xi Jinping, en un taller de alto nivel celebrado a finales de julio, que se considera que estableció el tono para el congreso.
El PCCh debe declarar explícitamente "qué bandera enarbolar, qué camino tomar, con qué mentalidad, qué misión histórica asumir y qué objetivo lograr", afirmó Xi, quien también es el secretario general del Comité Central del PCCh.
La respuesta fue dada en esta reunión que estableció el tono. El Partido enarbolará la bandera del socialismo con características chinas y tendrá una firme confianza en el camino, la teoría, el sistema y la cultura del socialismo con características chinas para garantizar que las causas del PCCh y la nación avanzan siempre en la dirección correcta.
En el congreso, también se revisará el trabajo del PCCh en los últimos cinco años.
Xi elogió "los cambios históricos" en el desarrollo en los últimos cinco "extraordinarios" años e indicó que el desarrollo de China se encuentra en un nuevo punto de partida histórico y que el socialismo con características chinas ha entrado en una nueva etapa de desarrollo.
Hay motivos para tener la confianza en el crecimiento del país asiático. El año pasado, China aportó un 15 por ciento del producto interior bruto (PIB) mundial y el PIB per cápita alcanzó los 53.980 yuanes (8.011 dólares).
Se han hecho progresos considerables en la profundización de las reformas, la intensificación del gobierno de acuerdo con la ley, la mejora del medio ambiente y la construcción de un ejército fuerte. La lucha contra la corrupción también ha alcanzado un gran ímpetu.
Tales éxitos significan que, después de experimentar tribulaciones y momentos duros desde los tiempos modernos, China ha dado un salto histórico de levantarse a mejorar su situación y a hacerse más fuerte.
A pesar de los progresos hechos durante los últimos cinco años, el presidente advirtió reiteradamente al Partido contra dormirse en los laureles, ya que el país todavía se enfrenta a numerosos retos intimidantes, desde la corrupción hasta la pobreza y la contaminación.
China ha establecido 2020 como el año en el que debe haberse completado la construcción de una sociedad modestamente acomodada, lo que exige la erradicación de la pobreza.
Con el fin de lograr este objetivo, necesita sacar a más de 10 millones de personas de la pobreza al año.
En cualquier caso, es una promesa solemne del PCCh al pueblo y esa promesa debe mantenerse, como ha ocurrido en las últimas décadas.