CHENGDU, 19 oct (Xinhua) -- Leonidas C. Rokanas, embajador griego en China, cogió una botella de vino de las estanterías en el Puerto Ferroviario Internacional de Chengdu y seleccionó uno italiano, que había llegado a Chengdu, capital de la provincia suroccidental china de Sichuan, vía un tren de carga de China-Europa hacía dos semanas.
Rokanas y otros 17 diplomáticos extranjeros se encontraron en Chengdu para participar en un viaje de una semana de duración para visitar una parte suroccidental de la antigua Ruta de la Seda. Los 18 diplomáticos vinieron de 15 países, incluyendo Polonia, Argentina, Laos, Etiopía y Sudáfrica.
El grupo visitó lugares como el Proyecto de Irrigación de Dujiangyan, las Ruinas de Jinsha y la antigua senda de Songmao, para lograr un mejor entendimiento del desarrollo del suroeste de China.
Rokanas señaló que los trenes de carga de China-Europa, un aspecto significativo de la Iniciativa de la Franja y la Ruta, han acelerado el comercio entre el suroeste de China y Europa.
"Muchos productos europeos han venido a China vía las líneas ferroviarias y viceversa. Los servicios de trenes han reducido la distancia entre Chengdu y Europa", agregó.
Raffaella Di Carlo, un diplomático italiano, manifestó su deseo de que el viaje le ayude a descubrir más áreas donde Italia y el suroeste de China pueden cooperar como parte de la Iniciativa de la Franja y la Ruta.
La iniciativa, que China propuso en 2013, se refiere a la Franja Económica de la Ruta de la Seda y la Ruta de la Seda Marítima del Siglo 21, y tiene como objetivo construir una red de comercio e infraestructuras que conecte los países y regiones a lo largo de la antigua Ruta de la Seda.
A fin de promover las instalaciones de transporte fronterizas y desarrollar las industrias orientadas a la exportación, el servicio de tren de carga de China-Europa, lanzado en 2011, se ha convertido en una parte importante de la iniciativa.