Por Wang Hongjiang, Wang Jianhua
BEIJING, 20 oct (Xinhua) -- El XIX Congreso Nacional del Partido Comunista de China (PCCh) se inauguró el 18 de octubre y en el evento se elegirá el nuevo liderazgo para el próximo periodo de cinco años y se espera que se renueve la adhesión al camino socialista con peculiaridades chinas.
El congreso es la reunión más importante que se celebra en China en un momento en el que el país asiático se está esforzando por hacer realidad una sociedad modestamente acomodada en todos los aspectos y en un punto crítico en el desarrollo del socialismo con peculiaridades chinas, según una reunión celebrada por el Buró Político del Comité Central del PCCh el 31 de agosto.
UN CAMINO DIFERENTE
Bajo el liderazgo del PCCh, China ha tomado un camino diferente al de los países occidentales, caracterizado principalmente por la reforma y la apertura, que ha hecho del país la segunda mayor economía del mundo.
El crecimiento de China ha avanzado con "la innovación, una ideología centrada en el pueblo, la estabilidad, la mejora de las infraestructuras y la globalización", lo que puede servir de ejemplo para otras economías, dijeron analistas.
"La economía de China se ha estabilizado y mostrado más signos de recuperación gracias a las nuevas políticas de crecimiento, la reforma estructural y las innovaciones políticas", dijo Cai Jiming, profesor de la Universidad Tsinghua. "Las continuas innovaciones basadas en las condiciones nacionales podrían ser una referencia para otras economías en vías de desarrollo, así como para economías desarrolladas también", indicó.
El PIB del país creció un 6,9 por ciento en los primeros nueve meses de este año, por encima de la meta del gobierno del 6,5 por ciento para el conjunto del año. El crecimiento del 6,7 por ciento de 2016 supuso el ritmo más bajo en 26 años, pero aun así sobrepasó a la mayoría de otras economías y representó más del 30 por ciento del crecimiento global.
La campaña de alivio de la pobreza de China es otro ejemplo del éxito del país, según analistas.
"Los esfuerzos en el alivio de la pobreza han mostrado que el desarrollo de China está centrado en el pueblo, que es la esencia del crecimiento económico", afirmó Li Zhongjie, miembro del Comité Nacional de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino (CCPPCh).
China logró que 12,4 millones de personas de áreas rurales saliesen de la pobreza en 2016. Sin embargo, todavía había 43,35 millones de personas que vivían por debajo del umbral de la pobreza al terminar el año pasado.
China se ha comprometido a aliviar la pobreza en las áreas rurales para 2020.
El gobierno fortalecerá el apoyo al alivio de la pobreza, para lo que recurrirá a las políticas fiscales, de suelo, financieras, educativas y sanitarias, al tiempo que aplicará los niveles más altos de evaluación para analizar el éxito en la tarea.
China continúa valorando el mantenimiento de la estabilidad. Este año, China se ha mantenido en el principio básico de "buscar progresos al tiempo que se mantiene la estabilidad".
Los formuladores de políticas han intentado mantener estables la economía, el empleo, la sociedad y las expectativas de crecimiento, al mismo tiempo que buscan progresos en las reformas estructurales y sistémicas, con lo que se ha llegado a un nuevo momento de impulso del crecimiento y ha mejorado el nivel de vida del pueblo, según Yu Yongding, economista y exconsejero del banco central.
La sabiduría que el PCCh ha aportado al mundo incluyen cómo abordar la relación entre "estabilidad" y "progreso", agregó Yu.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) revisó al alza en octubre el pronóstico del crecimiento de China para 2017 y 2018 y lo situó en el 6,8 y el 6,5 por ciento, respectivamente, con lo que ha respaldado las expectativas de un crecimiento estable.
"Tal vez el mundo también podría tomar ejemplo de China en cuando a las mejoras de las infraestructuras, que son la condición previa para el crecimiento económico", dijo el legislador nacional Zhang Zhao'an.
Hasta el cierre de 2016, China contaba con una red ferroviaria de 124.000 kilómetros, dentro de la cual se integra la mayor red ferroviaria de alta velocidad del mundo, con más de 22.000 kilómetros.
China planea invertir 3,5 billones de yuanes (503.600 millones de dólares) en la construcción de ferrocarriles durante el período del XIII Plan Quiquenal (2016-2020).
Para 2020 China habrá incrementado la longitud de las líneas férreas de alta velocidad en funcionamiento hasta 30.000 kilómetros, con lo que habrá conectado más del 80 por ciento de sus grandes ciudades. También habrá renovado 30.000 kilómetros de autopistas.
IMPULSAR LA GLOBALIZACIÓN
China está intentando conectar la región Asia-Pacífico y otras más allá a través de programas de infraestructura como la Iniciativa de la Franja y la Ruta, el Banco Asiático de Inversión en Infraestructuras y el Fondo de la Ruta de la Seda.
Propuesta por China en 2013, la Iniciativa de la Franja y la Ruta tiene como objetivo convertirse en una red comercial y de infraestructuras que conecte Asia con Europa y África a lo largo de las antiguas vías comerciales.
Hasta el momento, más de 100 países y organizaciones internacionales se han unido a la iniciativa y más de 60 de estos han firmado acuerdos de cooperación con China.
La globalización es una gran oportunidad para cualquier país que pueda integrarse en la economía global adecuadamente, dijo Yu.
Desde la reforma y la apertura de China en 1978 hasta finales de noviembre del año pasado, el país ha atraído más de 1,7 billones de dólares de inversión extranjera directa, mientras que su inversión directa en el extranjero ha superado los 1,2 billones de dólares.
Las empresas chinas contrataron a unos 1,5 millones de extranjeros en el ultramar en 2016 debido a su rápida expansión global, según el Ministerio de Comercio.
Expertos manifestaron que la economía de China continuará siendo el motor más fuerte para el crecimiento económico mundial, dado que los fundamentos para el crecimiento de China a largo plazo no han cambiado.
EL DESARROLLO IMPULSADO POR UN PARTIDO FUERTE
"El desarrollo es de importancia fundamental". Esta es la idea estratégica presentada por el difunto líder chino Deng Xiaoping, a la que el país aún apoya firmemente.
En China, la legitimidad política se construye sobre la competencia y la experiencia.
La práctica ha probado que el socialismo con peculiaridades chinas es el mejor camino para garantizar los intereses fundamentales de la inmensa mayoría del pueblo chino.
Debido a sus diferencias con los sistemas políticos occidentales, el camino socialista de China ha provocado malentendidos y escepticismo las décadas pasadas. Varios de los así llamados observadores de China han vaticinado durante mucho tiempo un futuro pesimista para China y la teoría del "derrumbamiento de China" nunca ha cesado.
Sin duda, el país ha superado muchas dificultades y aún afronta muchos desafíos abrumadores, que van desde los riesgos financieros a la pobreza y la contaminación.
Pero la verdad es que su tasa de crecimiento ha sobrepasado a la de muchas grandes economías del mundo. El PCCh, como el partido gobernante en el país, se ha ganado un apoyo dominante.
Actualmente el desarrollo de China está en un nuevo punto de partida histórico. El socialismo con peculiaridades chinas ha entrado en una nueva etapa de desarrollo.
Analistas consideran que el XIX Congreso Nacional del PCCh será clave para el desarrollo de China, dado que el PCCh no puede dormirse en los laureles o permitirse perder la oportunidad histórica de mantener el crecimiento con el fin de dirigir el país hacia el cumplimiento de la meta de construir una sociedad modestamente acomodada para 2020. Tras 2020, China se esforzará por convertirse en un país socialista modernizado para 2049, el centenario de la República Popular China.
El PCCh debe mantenerse vigilante para no caer en la autocomplacencia y el optimismo ciego, advierten los analistas. Los funcionarios deben mejorar la concienciación sobre la crisis y estar preparados para los riesgos y desafíos.
China ha aprendido mucho de los países extranjeros a través de la apertura, y el mundo tal vez debería también aprender de China: la reforma, la innovación, procurar el desarrollo común y la apertura más amplia, destacaron los analistas.