Los estudiantes leen en la biblioteca abierta por LiuShijiang, un aldeano en Zhuguanlong, provincia de Fujian. [Foto / Chinanews.com]
Fuzhou, 07/11/2017 (El Pueblo en Línea) -"La época más concurrida de la biblioteca es cuando los niños tienen vacaciones de verano o es invierno. Pasan la mayor parte del tiempo aquí", dijo Liu Shijiang, el fundador de la primera biblioteca en la aldea de Zhuguanlong, provincia de Fujian.
En 1974, cuando Liu se graduó de la escuela secundaria, se le ocurrió la idea de abrir una biblioteca después de descubrir el entusiasmo de sus compañeros aldeanos por las cosas nuevas.
En ese momento, descubrió que los aldeanos curiosos le pedían que contara historias para pasar la noche. Pero las historias de Liuno tardaron mucho en agotarse.
Además de escuchar historias, los aldeanos jugaban almahjong y póker por la noche cuando no tenían nada que hacer. "¿Cómo ofrecer a mí y a los demás aldeanos un pasatiempos más saludable?" se preguntó Liu a sí mismo. Fue entonces cuando decidió comprar algunos libros.
El hombre, que no tenía sin un centavo, vendió el único cerdo que tenía la familia por 200 yuanes (unos 111 dólares según el tipo de cambio de 1974) y pidió prestados otros 400 yuanes al equipo de producción -una unidad de producción agrícola en el período de la comuna popular- para comprar más de 1,000 libros, estantes y sillas, usando una de sus habitaciones como biblioteca, que estaba abierta a los aldeanos sin cargo.
Los esfuerzos de Liu llegaron para dar sus frutos a medida que más y más aldeanos se reunían en su casa para leer libros, como libros de cuentos, novelas u obras sobre tecnología agrícola. Entre los lectores más entusiastas estaban los estudiantes y maestros amantes de libros.
Con una biblioteca cada vez más popular entre los aldeanos, Liu llegó a toparse con un problema: su biblioteca, que estaba subsidiada por el gobierno local con 15 yuanes al mes, perdió el subsidio en septiembre de 1979.
Para mantener abierta la biblioteca, Liuaprendió a trabajar la madera y vendió bancos de madera y camas. En 1989, Liu utilizó sus ahorros obtenidos de la venta de trabajos en madera para construir una casa de dos pisos hecha de ladrillo y concreto, la primera de su tipo en el pueblo, cuyas habitaciones que daban a la calle usaban como biblioteca.
"He visto muchos cambios en mi vida. Pero a pesar de los altibajos, nunca abandoné mi biblioteca", dijo Liu.
A lo largo de los años, Liu se topó con varios reveses, pero logró superarlos y mantuvo su biblioteca en funcionamiento.
En 1989, Liu dejó la biblioteca a cargo de su esposa para abrir una granja de pollos en la ciudad condal de Shouning, un negocio que terminó fracasando. Después de regresar a su hogar, Liu puso todo el dinero que dejó el negocio en mejorar la biblioteca.
Sin embargo, en los años siguientes, Liu se vio obligado a cerrar la biblioteca después de que naciera su hija menor y su esposa enfermara.
Para mejorar la situación financiera de su familia, Liu pidió prestado dinero para hacer el examen de conducir y comenzó a ganarse la vida como conductor. En 1993, Liu regresó a casa con los más de 10.000 yuanes que ganó, y decidió reabrir su biblioteca.
Liu compró otros 2.000 libros para enriquecer las estanterías y abrir una sala de exposiciones para mostrar la historia de la aldea.
Ahora, su biblioteca contiene más de 7,000 libros y está equipada con instalaciones como unordenador, una grabadora de DVD y un karaoke, que ofrece más entretenimiento y opciones de aprendizaje a los aldeanos.
"He dedicado mis mejores años a la biblioteca, y le haré compañía en los años que me quedan", dijo el hombre, ahora en unos sesenta años.
La biblioteca de Liu Shijiang. [Foto / Chinanews.com]