BEIJING, 7 nov (Xinhua) -- A medida que China alienta el uso de energías renovables para promover el crecimiento sostenible, se está creando un enorme mercado de biocombustibles, una oportunidad que la compañía química de Suiza Clariant no se quiere perder.
El fabricante de productos químicos está buscando socios chinos para vender su tecnología sunliquid, que convierte los residuos agrícolas como la paja del trigo en etanol celulósico, de acuerdo con Markus Rarbach, jefe de biocombustibles y subproductos de Clariant.
"Los biocombustibles y bioquímicos fabricados a partir de residuos agrícolas pueden desempeñar un papel clave a la hora de liderar la economía de hoy hacia un futuro más sostenible, ya que reducen en gran medida los impactos medioambientales", puntualizó el lunes Rarbach en una rueda de prensa en Beijing.
"Dada la enorme población y la creciente economía de China, nuestra tecnología sunliquid tendrá un papel clave para ayudar al país a fabricar este importante combustible alternativo", agregó Rarbach.
Debido a que la energía requiere que todo el proceso esté generado por residuos en lugar de fuentes fósiles, la tecnología reducirá las emisiones de gases de efecto invernadero en cerca del 95 por ciento en comparación con los combustibles fósiles, según Clariant.
Por el momento, la empresa está buscando a terceros para autorizar la licencia de esta tecnología, que puede ser aplicada en un amplio rango de áreas, entre ellos los vehículos que usan biocombustibles y artículos de consumo, señaló Rarbach.
El interés de Clariant por el mercado chino se produce en un momento en el que el país asiático está esforzándose por limpiar el medio ambiente mediante la sustitución de los combustibles fósiles con la energía renovable.
En septiembre, la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma y la Administración Nacional de Energía emitieron un plan para aumentar el uso de la gasolina de bioetanol a nivel nacional para 2020, y establecieron la meta de construir un sistema avanzado de biocombustibles líquidos y poner en operación una planta de demostración que sea capaz de producir 50.000 toneladas de etanol celulósico al año.
A pesar de que el plan forma parte de los esfuerzos para aliviar el exceso de oferta de maíz envejecido, que ha sido ampliamente utilizado como materia prima para bioetanol, los analistas opinaron que el bioetanol que usa maíz es insuficiente para satisfacer la demanda a largo plazo, y depender en demasía de los cereales como fuente de energía amenazará la seguridad alimentaria.
Actualmente, China es el tercer productor mundial de bioetanol y utiliza cerca de 2,6 millones de toneladas al año. Si el plan se pone en marcha con éxito, la capacidad anual de bioetanol llegará a diez millones de toneladas, que requerirá alrededor de 30 millones de toneladas de maíz, según Han Jun, director de la oficina del equipo dirigente central de la labor agrícola.
Rarbach indicó que, en cuanto a la fabricación de biocombustibles con residuos agrícolas como la paja del trigo, la tecnología sunliquid no competirá con la producción de granos.
China produce 800 millones de toneladas de subproductos agrícolas como la paja al año, los cuales, teóricamente, pueden ser transformados en 150 millones de toneladas de bioetanol, de acuerdo con los cálculos de Clariant.
"Basado en el fuerte sector agrícola de China y en la meta social de crear empleos en áreas rurales, confiamos que nuestra tecnología tenga considerables beneficios, particularmente para China", concluyó Rarbach.