NANJING, 13 dic (Xinhua) -- Eran en su mayoría niños cuando los invasores japoneses capturaron Nanjing, entonces capital de China, el 13 de diciembre de 1937, y comenzaron seis semanas de asesinatos masivos, violaciones y saqueos que resultaron en la muerte de unos 300.000 chinos.
Ochenta años después, los sobrevivientes de la Masacre de Nanjing son ancianos y su número es inferior a 100. Los historiadores chinos documentan a contrarreloj sus recuerdos, antes de que las historias se desvanezcan con su muerte.
"Sigo sintiendo la punzada del sentido de la urgencia", destacó el curador del Salón de la Memoria de las Víctimas de la Masacre de Nanjing a manos de los Invasores Japoneses, Zhang Jianjun.
En septiembre del año pasado pusieron en marcha un proyecto de historia oral en colaboración con historiadores locales para documentar los relatos del último grupo de sobrevivientes.
"Nos entristecían las noticias al ir falleciendo uno tras otro los supervivientes", explicó Gao Xudong, un estudiante de tercer año de la Universidad de Nanjing que participó en el proyecto. "Son parte de la historia de la ciudad y tenemos la obligación de mantener sus recuerdos vivos", destacó.
Este mes se publicaron dos libros: uno que recoge testimonios de 49 sobrevivientes de las atrocidades y otro que detalla sus vidas a partir de entonces. Se basaron en transcripciones de los relatos de los sobrevivientes, 1,2 millones de palabras en total, documentados por más de 50 participantes que dedicaron casi seis meses a hacer más de 150 entrevistas.
Además de los relatos de la masacre, los libros también hablan de cómo los sobrevivientes trataron de curar sus heridas y cómo lograron llevar una vida normal en los últimos 80 años, de forma que ofrecen una perspectiva más amplia y personal de uno de los episodios más atroces de la Segunda Guerra Mundial.
Zhang Sheng, profesor de historia de la Universidad de Nanjing y colaborador del proyecto, afirmó que los libros suponen nuevos esfuerzos de los historiadores chinos para investigar lo ocurrido. En el pasado se ponía más énfasis en contrarrestar las negaciones de la masacre de algunos políticos derechistas japoneses.
"La historia es más que unas frías estadísticas en los libros", manifestó Zhang Sheng, y añadió que "también se trata de las vidas de las personas en tiempos de agitación y desastre".
"Cada vez que escuchamos a un sobreviviente relatar su historia, experimentamos nuevamente el trauma y el miedo que la guerra le ha infligido al individuo", resaltó.
Los participantes, que en su mayoría son estudiantes universitarios, dijeron que volver a la vista hacia la masacre de hace 80 años les ha dado nuevas perspectivas sobre asuntos como la vida y la muerte, la guerra y la paz.
"Entrevistar a los sobrevivientes nos llevó a hacer preguntas que nunca habíamos hecho antes", relató Zhang Yisi, uno de los participantes. "Ahora tenemos una comprensión más profunda de cómo nuestro país ha recorrido un largo camino desde un punto tan bajo en la historia hasta la prosperidad", agregó.
Otro proyecto similar está en marcha. El exdirector del Salón de la Memoria de las Víctimas de la Masacre de Nanjing, Zhu Chengshan, ha comenzado a investigar cómo los hechos afectaron al círculo familiar de los sobrevivientes a largo plazo.
Hoy miércoles, coincidiendo con el cuarto Día Nacional de Conmemoración de las Víctimas de la Masacre de Nanjing, también se abre al público una nueva sección de la sala conmemorativa con relatos de testigos y sobrevivientes.
"Esta investigación se centra en cómo los acontecimientos históricos impactan en la vida de las personas y sus familias, lo que permite que la gente se identifique más con el trauma de las víctimas", consideró el curador del Salón de la Memoria de las Víctimas de la Masacre de Nanjing a manos de los Invasores Japoneses.