Publican nuevo libro sobre los refugiados judíos acogidos por China durante la Segunda Guerra Mundial
Shanghai, 14/12/2017 (El Pueblo en Línea) -Un nuevo libro que ofrece amplias perspectivas sobre los refugiados judíos acogidospor China durante la Segunda Guerra Mundial, fue presentadoeste 12 de diciembre en Shanghai.
“Los refugiados judíos en China (1933-1945): historia, perspectiva y modelo chino”es la culminación de un proyecto patrocinado por el Fondo Nacional de Ciencias Sociales de China.
El editor de la obra es Pan Guang, profesor de la Academia de Ciencias Sociales de Shanghai y decano del Centro de Estudios sobre la Comunidad Judía.
"Hoy la información se transmite muy rápido, y silos historiadores chinos no encuentran un modo eficiente de publicar su punto de vista sobre los hechos históricos acontecidos en China, otros se expresarán primero sobre el mismo asunto", advirtió Pan.
Durante sus visitas al extranjero, Pan se ha topado con erróneas interpretaciones sobre los hechos históricos sucedidos en China con relación a los refugiados judíos. Y citó el ejemplo de un mapa que encontró en Austria donde se resaltan las ciudades que acogían a los refugiados judíos. Sin embargo, Shanghai estaba marcada con una bandera japonesa.
"Pensaron que eran los japonés los que acogían a los refugiados porque Shanghai en ese momento estaba bajo ocupación nipona”, subrayó.
Entre 1933 y 1941, alrededor de 30.000 refugiados judíos llegaron a China. La mayoría de ellos aterrizó en Shanghai, una ciudad abierta que no requería visa de entrada. Tras el ataque japonés a Pearl Harbor, en diciembre de 1941 las autoridades japonesas ocuparon los asentamientos extranjeros y las concesiones en Shanghai, obligando a los residentes a vivir dentro de una zona especial en el distrito Hongkou.
Estrictamente hablando, Hongkou no era un área de exclusión. Dentro, era una mezcla de residentes chinos y extranjeros.
"Los chinos y los judíos se ayudaron mutuamente, atravesaron dificultades y sobrevivieron juntos a la guerra", asegura Pan.
Los refugiados judíos también encontraron refugio en otras grandes ciudades chinas como Tianjin, Beijing, Hong Kong y Chongqing. Asimismo, desde principios del siglo XX, ya Shanghai era un fuerte bastión de la comunidad judía, compuesta principalmente por sefardíes y judíos rusos.
Pan considera que entre los refugiados de guerra cabe recordar a un gran número de músicos, médicos y profesionales que aportaron mucho a Shanghai, en particular, y a China,en general.
Entre ellos cabe destacar a los miembros fundadores de la primera orquesta sinfónica de China y al decano del departamento de neurología de la Universidad Saint John's. Algunos también participaron como soldados en la guerra de resistencia contra el invasor japonés (1931-1945).
A lo largo de 40 años de investigaciones, Pan ha experimentado la transformación del estudio de los refugiados judíos en China. Antes, era un hecho históricoque apenas captaba la atención de los académicos y ahora tiene un amplio interés público. De hecho, hasta se han creado películas y espectáculos musicales sobre la experiencia judía en Shanghai, documentadas sobre la base de las investigaciones históricas realizadas por Pan y sus colegas.
“La publicación deeste nuevo libro marca un significativo avance en la investigación histórica de ciencias sociales”, afirmó Wang Jian, director del departamento de historia de la Academia de Ciencias Sociales de Shanghai. “Y especialmente valiosa es la información que recopila en la voz de los propios refugiados y sus descendientes.”
Aportando documentos y objetos de valor históricos, el Museo de Shanghai solicitará que se registre la historia de los refugiados de Shanghai como parte del Programa Memoria del Mundo, en virtud de lo establecido por la UNESCO.
“Este reconocimiento ayudará al Museo de Shanghaia autenticar un nuevo lote de material para su colección”, subrayó Pan.
El proyecto de investigación para escribir “Los refugiados judíos en China (1933-1945): historia, perspectiva y modelo chino”duró siete años.
"Toda la civilización humana es una gran comunidad de destino compartido. Es por ello por lo que tenemos que ayudarnos mutuamente", concluyó Pan.