BRASILIA, 18 dic (Xinhua) -- La 51ª Cumbre de Jefes de Estado del Mercado Común del Sur (Mercosur) y Estados Asociados, que se llevará a cabo en Brasilia el jueves, tendrá como uno de sus ejes el debate de la agenda de negociaciones para un acuerdo de libre comercio con la Unión Europea en 2018.
En rueda de prensa, el embajador Paulo Estivallet de Mesquita, subsecretario general para América Latina y el Caribe de la cancillería brasileña, señaló que en el último semestre, en el cual Brasil ocupó la presidencia pro témpore del Mercosur, buscó dar continuidad al rescate de la vertiente económica y comercial del bloque.
A la 51ª Cumbre del Mercosur está confirmada la participación del presidente de Brasil, Michel Temer, y de sus colegas de Argentina, Mauricio Macri; de Uruguay, Tabaré Vázquez, y de Paraguay, Horacio Cartes, los países fundadores del bloque.
También asistirán los presidentes de Bolivia, Evo Morales, y de Guyana, David Granger, entre los Estados Asociados, mientras que los demás países de Suramérica enviarán a ministros y viceministros.
Venezuela, suspendida del bloque como miembro pleno desde agosto pasado, no enviará representantes.
El encuentro será precedido el 20 de diciembre por la Reunión del Consejo del Mercado Común, órgano decisorio de nivel ministerial, con la participación de los cancilleres de los países miembros.
Al final de la cumbre de Brasilia, Paraguay asumirá la presidencia pro témpore del Mercosur por un semestre.
De acuerdo con Estivallet de Mesquita, en 2017 el Mercosur retomó su vocación económica y comercial, y revisó su funcionamiento interno para dar mayor impulso a las negociaciones con otros bloques y países.
"Este año marcó una inflexión, tuvimos un fortalecimiento del Mercosur económico-comercial, se examinaron más de 80 medidas restrictivas al comercio entre los países socios y conseguimos eliminar tres cuartos de esas medidas", dijo.
"Eso fue complementado por una ampliación de la agenda, con un esfuerzo para iniciar nuevos acuerdos, incluyendo la revisión de formas como el Mercosur lidia con regulaciones técnicas, algo muy importante para promover el comercio", agregó.
Por su parte, el negociador jefe del Mercosur en las conversaciones para un acuerdo de libre comercio con la Unión Europea, embajador Ronaldo Costa Filho, dijo que en las reuniones de la semana pasada en Buenos Aires hubo avances significativos pero "aún falta un poco".
Costa Filho recordó que se trata de un acuerdo muy amplio que involucra compras gubernamentales, compra de bienes y servicios, propiedad intelectual, e inversiones, entre otros aspectos, lo que representa un proceso complejo.
"No hay nada cerrado sobre cuándo será la negociación, vamos a aprovechar esta semana aquí para coordinar y cerrar ese calendario futuro. Pero vamos a definir un acuerdo político, es decir, la cuestión de acceso y las disciplinas esenciales que lo garanticen", explicó.
"El clima es positivo de los dos lados, estamos trabajando para cerrar un acuerdo político en el corto plazo", añadió.
La cancillería brasileña señaló en un comunicado que la Cumbre de Brasilia "consolida el fortalecimiento del Mercosur como instrumento de integración capaz de generar resultados concretos en beneficio de las sociedades de la región, con base en los pilares fundacionales del bloque: integración económico-comercial, democracia y derechos humanos".
Bajo la presidencia pro témpore de Brasil se reanudaron discusiones de temas que no habían tenido tratamiento en los últimos años, como servicios, comercio electrónico y facilitación del comercio, pequeñas y medianas empresas.
Nuevos temas también se introdujeron en el programa de trabajo del bloque, como el desarrollo de una agenda digital del Mercosur.
El Mercosur equivale a la quinta economía del mundo, con un Producto Interno Bruto de 2,7 billones de dólares.
Más del 10 por ciento de las exportaciones brasileñas tienen como destino a los demás socios del bloque y el 84 por ciento de esas exportaciones son productos manufacturados.
Los intercambios en el Mercosur (38.000 millones de dólares) son en la actualidad 8,5 veces mayores que los registrados en el año de la fundación del bloque en 1991 (4.500 millones de dólares).