BEIJING, 1 feb (Xinhua) -- La revisión de las normas sobre asuntos religiosos que entró en vigor hoy jueves en China tiene como fin frenar actividades con fines de lucro por parte de grupos religiosos.
La nueva normativa recuerda a los grupos, escuelas y locales religiosos su naturaleza como organizaciones sin ánimo de lucro y prohíbe que ninguna organización o individuo busque beneficios en calidad de patrocinador de la construcción de recintos religiosos.
Se prohíbe también a grupos e individuos invertir o hacer contratos para la operación de locales religiosos. Tampoco pueden llevar a cabo promociones comerciales en nombre de la religión, según las reglas.
Las normas estipulan que las organizaciones, escuelas y sedes religiosas, así como su personal, deben registrarse ante las autoridades tributarias y declarar impuestos.
En los últimos años, algunos templos se han inclinado hacia una excesiva comercialización, lo que ha dañado el sano desarrollo de la religión y ha provocado corrupción.
Un templo taoísta de la provincia central de Henan fue cerrado en noviembre de 2017 después de que se descubriera que había obtenido beneficios en nombre de la religión, según la Administración Estatal de Patrimonio Cultural.
Una empresa local construyó en 2006 un templo en el mismo lugar donde anteriormente había un edificio taoísta de la dinastía Qing (1644-1911). Consiguió en 2011 el visto bueno por parte de las autoridades locales para funcionar como un lugar para actividades taoístas.