MEXICO, 6 feb (Xinhua) -- El fiscal del sureño estado mexicano de Guerrero, Xavier Olea, dijo este martes que los dos sacerdotes católicos asesinados la víspera estuvieron antes de ser atacados en una fiesta en la que había integrantes de varios grupos criminales.
Los sacerdotes Germain Muñiz e Iván Añorve fueron agredidos a balazos hacia las 4:30 hora local del lunes en un camino de la municipalidad de Taxco, en la región norte de Guerrero, cuando viajaban en una camioneta con cuatro personas más que resultaron heridas.
Olea señaló en conferencia de prensa que las seis personas regresaban de una fiesta en la montañosa comunidad de Juliantla a la que acudieron pistoleros de grupos delictivos de Guerrero y de los vecinos estados de México y Morelos.
La pesquisa encontró que los dos curas bailaron, bebieron y Muñiz fue captado en una fotografía cargando un arma de fuego y en otra junto con pistoleros de un grupo que opera en Mezcala, una pequeña comunidad en el centro del estado donde oficiaba como párroco, sostuvo el fiscal de Guerrero.
"El apoyo de seguridad preventiva para la celebración de dicho baile no fue solicitada a ninguna autoridad por los organizadores, lo que facilitó que las personas pertenecientes a diversos grupos delictivos acudieran y lo hicieran portando armas de fuego", agregó.
Expuso que las fotografías circularon en las redes sociales y los investigadores sospechan que el ataque pudo ser perpetrado por criminales que las observaron y relacionaron a Muñiz con un grupo delictivo.
En particular, la investigación cree que el crimen de los sacerdotes fue perpetrado por miembros de un grupo que opera en el estado de México porque los autores huyeron hacia esa entidad vecina de Guerrero, dijo Olea.
"Grupos delictivos contrarios ubicaban al padre Germaín (Muñiz) como perteneciente a un grupo delictivo en razón de las fotografías y notas que circularon en redes sociales", abundó.
Muñiz era párroco del templo de San Cristóbal en Mezcala, mientras que Añorve era párroco de la iglesia de La Sagrada Familia en Las Vigas, una comunidad cercana a la costa del estado en el Pacífico.
Añorve fue despedido hoy por sus feligreses con una misa en la parroquia que dirigía, en tanto que personas se dieron cita en un templo del poblado de Apango para rendir homenaje a Muñiz, según la prensa local.
El obispo de la Diócesis de Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel, descartó, durante la misa en honor a Muñíz, que los dos curas estuvieran implicados en el crimen organizado y opinó que posiblemente acudieron a Juliantla para promover los coros de sus iglesias entre empresarios musicales.
Guerrero fue en 2017 el estado del país con un mayor número de asesinatos, una situación que el gobierno local atribuye a la pugna entre varios grupos delictivos por el control de la producción de drogas y otros ilícitos, como la extorsión.