MOSCU, 8 feb (Xinhua) -- Los líderes de Rusia y Turquía acordaron coordinar mejor sus tropas y servicios especiales en Siria para combatir a los grupos terroristas que violan el cese al fuego sirio, dio a conocer hoy el Kremlin.
El presidente ruso, Vladimir Putin, y su homólogo turco, Recep Tayyip Erdogan, hicieron la declaración durante una conversación telefónica, dice un comunicado del Kremlin.
"Ellos reafirmaron el compromiso mutuo con la solución política y diplomática de la crisis basada en la Resolución 2254 del Consejo de Seguridad de la ONU, de acuerdo con las decisiones del Congreso de Diálogo Nacional de Siria, realizado el 30 de enero de 2018 en Sochi", indicó el Kremlin.
Las conversaciones de paz de Siria concluyeron la semana pasada en la ciudad occidental rusa de Sochi. Se establecieron los principios fundamentales de una solución política y se formó un comité para promover la reforma constitucional en el país azotado por la guerra.
Putin y Erdogan también subrayaron la importancia de la "adhesión estricta e inquebrantable" a los acuerdos de Astaná sobre las zonas de distensión en Siria, menciona el comunicado.
En mayo de 2017, Rusia, Turquía e Irán, garantes de un régimen de cese al fuego en Siria y mediadores de las conversaciones de paz de Astaná para una solución política en Siria, acordaron la creación de cuatro zonas de distensión en Siria, con la garantía de que estarán libres de combates y de ataques aéreos, inicialmente durante seis meses y sujetas a extensiones posteriores.
El Kremlin mencionó que los jefes de Estado indicaron la importancia de continuar la cooperación entre Rusia, Turquía e Irán para promover el proceso de paz en Siria, y discutieron los contactos trilaterales futuros en varios niveles.
También hablaron sobre la posibilidad de una reunión entre los líderes de los tres países, pero la fecha exacta aún no se decide, dijo el vocero presidencial de Rusia, Dmitry Peskov, citado por la agencia rusa de noticias RIA Novosti.
El presidente turco también expresó condolencias por la muerte del piloto militar ruso Roman Filipov, quien se hizo estallar a sí mismo con una granada al verse sitiado por milicianos del Frente al-Nusra cuando su avión fue derribado mientras volaba sobre la zona de distensión en la provincia de Idlib en el noroeste de Siria.