BERLIN, 10 (Xinhua) -- El fabricante automotriz alemán Daimler AG recientemente citó al Dalai Lama en una publicación en sus redes sociales, y el desliz generó profundas y amplias críticas en China.
En una carta de disculpa enviada el miércoles al embajador de China en Alemania, Shi Mingde, Daimler señaló que no desafía la soberanía de China y que lamenta profundamente su error.
Aunque la firma alemana se disculpó, diciendo que fue descuidada, aún es difícil creer que un gran conglomerado multinacional como Daimler no haya considerado el impacto de promover sus productos utilizando al Dalai Lama como portavoz cuando China es uno de sus mercados externos clave.
China es uno de los mercados más importantes de Daimler en el mundo. Sus propias cifras señalan que en 2017 las ventas de Daimler en China aumentaron 25 por ciento comparado con 2016, representando casi una quinta parte de sus ventas mundiales. También fue la primera vez que la compañía vendió más de 600.000 vehículos en un país.
De hecho, errar es humano. Daimler ha tratado de reparar su error borrando el mensaje en Instagram y emitiendo una disculpa, pero el daño a su imagen en el mercado chino ya está hecho.
La firma alemana necesita aprende de su metida de pata y hacer lo que pueda para garantizar que ese error no se repetirá.
El incidente de Daimler es otro ejemplo en semanas recientes de una compañía extranjera que distorsionó información en sus esfuerzos de mercadotecnia violando gravemente los derechos de soberanía de China.
El mes pasado la cadena estadounidense de hoteles Marriott Internacional alistó al Tíbet y otras partes de China como "países" en un cuestionario en idioma chino dirigido a los clientes. Posteriormente emitió una disculpa al indignado pueblo chino.
Como todos los países en el mundo, China considera su soberanía nacional e integridad territorial como sus intereses fundamentales, intereses que deben ser respetados como corresponde.
En décadas pasadas y gracias a la apertura de China y a su acelerado desarrollo, muchas compañías internacionales han tenido enorme éxito en sus negocios en el mercado chino.
Mientras Beijing se esfuerza por construir una economía más resiliente, China desea en el futuro abrir más su puerta al resto del mundo. Las corporaciones extranjeras son alentadas a compartir las oportunidades que les ofrece el desarrollo de China.
Sin embargo, mientras comparten los beneficios del mercado chino, deben seguir un principio fundamental, que es mostrar respeto hacia China y su pueblo.