MEXICO, 4 abr (Xinhua) -- Sistemas basados en robots, videojuegos y bioseñales son opciones terapéuticas desarrolladas por el equipo de la investigadora mexicana, Nadia García Hernández, para que personas con discapacidad recuperen o mejoren la movilidad en extremidades superiores.
García Hernández, en un comunicado difundido hoy por el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav, público), dijo que "los sistemas permiten el diseño y desarrollo de interfaces hombre-máquina, con el objetivo de utilizarlos para mejorar o recuperar, en la medida de lo posible, la discapacidad motriz en brazos y manos".
La investigadora explicó que el proyecto parte de la necesidad de contar con métodos que permitan medir el progreso de rehabilitación, ante la creciente demanda de terapias para personas con problemas de movilidad en los hospitales públicos de México.
De acuerdo con el último reporte del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, en México habitan 7,1 millones de personas con discapacidad, es decir, un 6 por ciento de la población.
En la actualidad, consideró García Hernández, los fisioterapeutas miden el progreso de rehabilitación con métodos subjetivos y, con base en su experiencia, determinan si se logran avances y toman la decisión de continuar o modificar la terapia.
El grupo de investigación, que colabora con la especialista del Cinvestav, Unidad Saltillo, diseña videojuegos que sólo necesitan un sensor para capturar, seguir los movimientos del paciente y proyectarlos en un juego virtual, donde es posible hacer ejercicios de precisión.
Algunos de los videojuegos que se desarrollan permiten aumentar la fuerza de agarre mediante ejercicios con una pelota, al utilizar la técnica de la biorretroalimentación de señales musculares.
"Son nueve juegos cortos para escoger y consisten en evadir obstáculos, disparar o comer ciertas cosas", detalló García Hernández.
El grupo de expertos también trabaja en el desarrollo de algoritmos para evaluar cómo y cuándo un robot debe asistir el movimiento de las personas, al tomar información en tiempo real de su postura y su actividad muscular con la finalidad de predecir si requiere mayor o menor asistencia.
Al monitorear las señales musculares, el algoritmo determina el esfuerzo que se realiza, si no se hace ningún esfuerzo quiere decir que no hay una contribución motriz por parte del paciente, y el robot tratará de mover y guiar al paciente hacia el objetivo final de la tarea.
Los pacientes no ven al robot y se concentran en la tarea virtual, como mover objetos de un lado a otro.
En adición, los investigadores desarrollan un exoesqueleto de mano portátil, es decir, un sistema que controla el movimiento de los dedos con segmentos seriales unidos a la punta de dichas extremidades.
El esqueleto externo permite al paciente mover los dedos con libertad, o ejerce fuerza para asistir su movimiento de manera independiente, y ayuda a las personas a recuperar la movilidad en los dedos.