LIMA, 14 abr (Xinhua) -- El canciller cubano, Bruno Rodríguez, alertó hoy sábado sobre las pretensiones de Estados Unidos de restablecer su "dominación imperialista" en América Latina y el Caribe.
Durante su intervención en la VIII Cumbre de las Américas, el ministro de Exteriores, en representación del gobierno cubano, denunció el peligro que representa para la región el "retorno al uso de la fuerza" y la "imposición indiscriminada de medidas coercitivas unilaterales".
"Ahora el objetivo es restablecer la dominación imperialista, destruir las soberanías nacionales con intervenciones no convencionales, derribar gobiernos populares, revertir las conquistas sociales y restaurar a escala continental el neoliberalismo salvaje", advirtió.
Rodríguez planteó que para ello se acude a la lucha contra la corrupción como un arma política y se enmascaran los verdaderos problemas del hemisferio a partir de la complicidad de gobernantes, parlamentarios y funcionarios conservadores.
Mientras, se utilizan sistemas electorales, leyes y modelos políticos "corruptos por naturaleza" para defender los intereses corporativos de las grandes trasnacionales y para el lavado de activos financieros incluso provenientes del narcotráfico que se resguardan en "bancos del norte".
El canciller cubano planteó que América Latina y el Caribe, con sus cuantiosos recursos naturales, puede contribuir al desarrollo y equilibrio del planeta, pero sigue siendo la región más desigual en cuanto a distribución de la riqueza.
"Sólo avanzaremos mediante la integración y la unidad dentro de la diversidad que condujo a la creación de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC)", señaló.
"Los hechos recientes demuestran que la OEA y especialmente su secretario general (Luis Almagro) son meros instrumentos de los Estados Unidos", sentenció.
Con respecto al actual distanciamiento entre La Habana y Washington promovido por el "gobierno extremista conservador" del presidente Donald Trump, Rodríguez lamentó que los progresos alcanzados en años precedentes hayan sido revertidos.
A su juicio, el acercamiento promovido por Raúl Castro y el ex mandatario norteamericano, Barack Obama, mostraron resultados tangibles y revelaron que la convivencia civilizada y respetuosa es posible y beneficiosa no sólo para ambas naciones sino para todo el hemisferio.
Sin embargo, tras la llegada al poder de Trump en 2017 el mandatario norteamericano decidió revertir este proceso e incrementó su lenguaje ofensivo contra La Habana, parecido a los tiempos de la "Guerra Fría".
"Cuba no aceptará amenazas ni chantajes del gobierno de los Estados Unidos. No desea la confrontación, pero no negociará nada de sus asuntos internos ni cederá un milímetro de sus principios", dijo Rodríguez.
El diplomático caribeño también expresó la solidaridad de Cuba con Venezuela y consideró que la exclusión de la Cumbre del presidente Nicolás Maduro es una "afrenta" y un "retroceso histórico" impuesto por Estados Unidos.
Demandó la libertad del ex presidente brasileño recientemente detenido, Luis Inácio Lula da Silva, y manifestó el rechazo de la isla al reciente ataque a Siria perpetrado por Washington y algunos de sus aliados de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
"Esta acción unilateral, ilegal, sin evidencias ni conclusiones de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas, cuyo equipo busca pruebas en el terreno, constituye una flagrante violación de los principios del Derecho Internacional y de la Carta de las Naciones Unidas que agudizará el conflicto en ese país y en la región", indicó.
Esta es la segunda ocasión en que Cuba participa en dichos foros regionales, pues en 1962 el país caribeño fue excluido de la OEA y por ello de las reuniones multilaterales que esa organización convoca.
Fue hasta 2015 en el VII encuentro en Panamá que La Habana acudió por primera vez como invitada especial, ya que el presidente Raúl Castro ha rechazado la reinserción de Cuba en la OEA como miembro pleno aunque en 2009 el organismo interamericano levantó la suspensión impuesta.