Por Juan Limachi y Carlos Acat
LIMA, 26 may (Xinhua) -- El milenario ritual inca del "Yakumama" (Madre del Agua, en idioma quechua) rinde tributo al mar de la costa peruana, en el Pacífico, para preservar el ecosistema, explicó hoy el presidente de la Cámara de Turismo y Comercio Exterior de Paracas (Capatur), Eduardo Jáuregui.
"Tenemos que hacer, como hacían nuestros antepasados, el correspondiente 'pago al mar', una reflexión sobre su valor y eso es el 'Yakumama', rememorar el respeto que tenían los incas al océano", subrayó.
Jáuregui recordó que durante el imperio inca se llevaba a cabo esta ceremonia en la costa peruana, como parte de las tradiciones populares y respeto a la Madre Naturaleza.
"Nuestros antepasados, los incas, adoraban a la naturaleza, a la Tierra, el Sol, el mar y, lógicamente, vivían en armonía", subrayó.
Recordó que desde hace 11 años, los pobladores de la zona costera del municipio de Paracas, ubicado unos 250 kilómetros al sur de Lima, en la provincia de Pisco, región Ica, reeditan este ritual milenario con las mismas tradiciones de sus antepasados.
"El tiempo les ha dado la razón y, ahora, sufrimos el calentamiento global, sufrimos la contaminación ambiental, sufrimos que el mar se esté llenando de bolsas de plástico", lamentó el presidente de la Capatur.
Jáuregui detalló los pormenores de esta actividad que, como todos los años, atrae a miles de visitantes extranjeros y peruanos en la localidad costera de Paracas, que cuenta con escenarios naturales marítimos.
"Músicos internacionales y cantantes nacionales, como Pelo de Ambrosio y el dúo Ayacucho", cantarán este sábado a la orilla del mar de Paracas, detalló.
De acuerdo con Jáuregui, el ritual ancestral trata de respetar los detalles originales de esta ceremonia histórica que rinde tributo a la "Yakumama".
"La ceremonia se inicia con una comitiva mar adentro en lanchas, con la finalidad de hacer el pago respectivo al mar, acompañados de los sacerdotes andinos y los incas (actores) de (la región sur andina del) Cusco", describió.
Una vez ubicados a cierta distancia de la costa, frente a un islote donde destaca el geoglifo El Candelabro, de la cultura preinca Nazca, los sacerdotes o chamanes lanzan al agua granos de maíz, licor, hojas de coca y diversos frutos andinos, en señal de tributo al océano por los peces y recursos naturales que brindan a los pobladores de la zona.
El Candelabro, llamado también Tridente, mide unos 170 metros de largo, con surcos de hasta 1,5 metros de profundidad, y su significado aún es un misterio para los investigadores.
De acuerdo con algunas trasmisiones orales, la enigmática figura era una suerte de guía orientadora para los antiguos nautas o pescadores, pues desde tierra firme no es visible.
"Los mismos actores son historiadores que entienden la importancia de la naturaleza y del mar, tomando en cuenta los rituales originales que oficiaban los incas", detalló.
Jaúregui también comentó cómo fueron los primeros rituales cuando inició esta ceremonia tradicional para recuperar este ritual, que durante el Imperio Inca se realizaba en todo Perú a lo largo de la costa peruana.
"Los primeros años empezamos con una lancha y nos fue maravilloso, nos sentíamos reconfortados moralmente y, después se institucionalizó realizando todos los años con más embarcaciones", explicó.
El promotor de este ritual, en el marco de esta ceremonia, valoró la importancia de promover entre los jóvenes el respeto a la naturaleza, como parte del esfuerzo que desarrolla Perú para mitigar el calentamiento global.
Los peruanos mantienen su cosmovisión ancestral de respeto a la Tierra, con el fin de evitar la contaminación de los océanos y el lanzamiento de desperdicios, combustibles, plásticos y otros desechos.
"Realmente, desde el momento en que nos encontramos en el mar haciendo este ritual nos sentimos muy bien porque queremos contribuir a la preservación de los recursos marítimos", puntualizó.
Sobre las expectativas de esta actividad, Jáuregui precisó que si los seres humanos continúan con el ritmo de contaminación de los océanos en el mundo puede ocurrir que en el año 2050, alrededor del 50 por ciento de los mares estén invadidos de desechos, lo cual representa una seria amenaza para las especies marinas.
"La idea es confraternizar con todos los peruanos y con los extranjeros que asisten todos los años a este ritual ancestral para reflexionar sobre el cuidado de nuestro ecosistema marino", precisó.
De acuerdo con el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, se calcula que a fines del siglo XXI el calentamiento global puede provocar el aumento del nivel de los océanos hasta una altura de 60 centímetros.
También se prevé que unas 1.400 millones de personas de ciudades costeras sean obligadas en 2060 a dejar sus hogares, debido a las inundaciones provocadas por el deshielo de glaciares en Groenlandia y la Antártida.