Exterior - Curbed
Los Ángeles, 18/07/2018 (El Pueblo en Línea) - La bautizaron como «The One» porque la ambición del arquitecto Paul McClean era alzar la casa más cara y lujosa del mundo. Acaba de venderse por 200 millones de euros y la marca es suya, pero el valor que alcanzó en el mercado fue muy inferior a su precio inicial: 500 millones de dólares (427 millones de euros), según ABC.
La mansión mide 3.500 metros cuadrados y reposa sobre una colina de Los Angeles, concretamente en el exclusivo distrito de Bel Air. Fueron necesarios casi 6 años.
La vivienda cuenta con 12 dormitorios y 21 cuartos de baño. De entre estos departamentos destaca su suite principal, una habitación con 500 metros cuadrados: tiene vestidores, oficina, cocina, cuarto de baño con spa y piscina privada.
Una de las más impresionantes salas de la mansión es una discoteca de diseño con varias barras, techos LED y piscina climatizada.
No faltan en la mansión salas dedicadas a organizar eventos y rincones que harán las delicias de los más sibaritas, como la sala de cigarrillos o la enorme bodega de champagne. También hay espacio para los caprichos del niño, como la sala de juegos donde brillan los colores vivos de los dispensadores de golosinas.
El spa cuenta con un salón de belleza de gran tamaño. En el interior de la vivienda se cuentan 4 piscinas, pero la más grande está en el exterior y es toda una joya del diseño: es infinita y rodea la propiedad imitando al foso de un castillo.
Una de las habitaciones más icónicas de la casa es una sala de exposición de coches de lujo, y si el desplazamiento se hiciera en jet privado debe tomarse en el helipuerto.
En ninguna casa del distito falta un cine, que tiene 45 butacas de piel de primera calidad. Pero las excentricidades no acaban ahí, los visitantes también podrán reunirse y pasar la tarde en la bolera, en el casino o deleitarse con los contoneos de la habitación de las medusas, cuyas paredes son tanques en donde nadan estos animales