Última hora:  
español>>Opinión

La “trampa anti-contrato” estadounidense pone a la economía mundial a merced del desorden

Actualizado a las 17/07/2018 - 14:56
Palabras clave:trampa,anti-contrato,estadounidense,economía,desorden

Beijing, 17/07/2018 (El Pueblo en Línea) - Aunque Estados Unidos se ha convertido en un quebrantador de las reglas de la comunidad internacional - ahora y también en ocasiones anteriores -, esta vez el norteño país sigue asombrando al mundo al abandonar el espíritu de respeto contractual, que ha sido etiquetado como su principal valor social.

Bajo el lema "América primero", la administración de Donald Trump se dirige hacia la "trampa del anti-contrato" sin ninguna vacilación, colocando a la economía mundial cuesta abajo hacia el desorden.

De acuerdo con el sentido común, la economía de mercado moderna funciona sobre la base de los contratos de libre asociación comercial y la credibilidad en la implementación de los mismos. A través de la complementación y el movimiento de los factores de producción ventajosa, el apego a los fundamentos del libre contrato comercial ha acelerado la globalización económica.

A lo largo de los años, los países desarrollados y en desarrollo han establecido una cadena completa que abarca una combinación de las tecnologías de punta, la mano de obra menos costosa y la disposición de los recursos naturales, fórmula basada en las leyes de la economía y el principio de la libre asociación comercial. El valor de esa cadena ha quedado demostrado en los niveles de contribución a la economía mundial.

Sin embargo, la Casa Blanca niega injustificadamente la eficiencia de esta cadena mundial y expresa frecuentes falacias que pretenden convencer que las normas internacionales actuales le generan pérdidas.

A pesar de que el comercio entre China y Estados Unidos se basa íntegramente en las reglas del mercado y que los intercambios y la cooperación comercial entre empresas chinas y estadounidenses se realizan bajo contratos comerciales, Washington inició la investigación de la sección 301 sin fundamento alguno e impuso arbitrarios aranceles a las importaciones chinas.

Esta práctica no sólo es una violación de las normas internacionales, sino también una falta de respeto hacia el apego a los contratos comerciales que han establecido las principales partes de la cooperación bilateral. Esto significa romper contratos comerciales, impedir la división laboral global, obstaculizar la cooperación y destruir el mecanismo de crédito de la economía de mercado.

El principio de la competencia leal es un pilar importante que apoya el desarrollo de la economía de mercado y también una premisa para que el papel del mercado surta efecto. La intervención administrativa en el funcionamiento legal e independiente de las empresas conducirá a desórdenes, tanto del mercado como en la asignación de recursos.

Durante el año pasado, Estados Unidos mantiene agresivas restricciones a la inversión extranjera y ha votado en contra de las múltiples fusiones y adquisiciones de empresas extranjeras. Incluso intervino en la inversión y operación entre empresas locales y extranjeras, infringiendo sus derechos para tomar decisiones de forma independiente.

Por ejemplo, Estados Unidos presionó a la fabricante de automóviles Ford para que alterara su estrategia global y amenazó a Harley Davidson por su plan de trasladar la producción al extranjero. Al ir en contra de la competencia leal, tales prácticas han perturbado la expectativa del mercado y de las empresas, obstaculizando el movimiento transfronterizo de capitales.

La libertad, la igualdad, la apertura y la inclusividad son conceptos puntales de la economía de mercado moderna que resultan esenciales directrices para la globalización económica. Al pisotear los valores fundamentales de la política y la economí contemporánea, la administración de Trump está dando lugar a un proteccionismo comercial unilateral, aislacionista y populista.

En lugar de percibir las causas profundas de sus propias cuestiones económicas, Estados Unidos siempre le pasa la pelota a otros países. En lugar de admitir sus propios defectos, Estados Unidos siempre está saltándose a las organizaciones internacionales y culpando a los demás. En lugar de asumir sus responsabilidades globales como la primera superpotencia del mundo, Estados Unidos siempre está colocando sus leyes internas por encima de las leyes internacionales para, a su vez, exportar sus contradicciones internas que desencadenan discapacidades globales y desórdenes económicos.

La administración estadounidense no expresa claramente los enormes beneficios que sus empresas cosecharon en China, al tiempo que iba preocupando que su dominio del sector tecnológico pudiera verse amenazado por una "transferencia forzada de tecnología ", un concepto infundado con el que Estados Unidos acusa a China.

La administración Trump, por un lado, le conviene el empleo que la inversión China trae a su país, mientras que por otro lado establece barricadas en el camino de la tecnología debido a la preocupación de que "su tecnología de punta y su propiedad intelectual puede ser adquirido por terceros".

Lo que Estados Unidos hizo, bajo la filosofía de los intereses maximizados pero sin obligaciones, ha obstaculizado gravemente la inversión comercial legal, basada en el mercado. Y añade incertidumbres a la operatividad de los negocios, lo que ha bloqueado el camino de Estados Unidos para atraer capital extranjero.

Tal movimiento también excluirá a los Estados Unidos de los grandes dividendos del comercio mundial y aumentará los costos de consumo de los residentes estadounidenses.

Todo lo excelente deriva de buenas orientaciones. Durante el proceso de globalización económica, mediante esfuerzos de largo plazo y una colaboración continua, se han establecido un conjunto de mecanismos que incluyen las normas comerciales internacionales. Es por ello por lo que se cree que la globalización beneficia al mundo.

El orden es indispensable para el sistema gigante de la economía mundial, al igual que el sol y el aire son indispensables para la vida. Salvaguardar las normas internacionales por el espíritu contractual es una responsabilidad compartida y una obligación de cada país.

Según un informe de la Organización Mundial del Comercio sobre la adjudicación de controversias, Estados Unidos, como la economía más grande del mundo, es también el mayor "violador de las reglas". Dos tercios de las violaciones dentro de la Organización Mundial del Comercio han sido cometidas por Estados Unidos.

La mentalidad de los Estados Unidos para agarrar lo que es útil y abandonar lo que no se puede explotar es pragmatismo clásico, pero también una estrategia miope.

Comentario

PTV videoMás

Los felinos de la Ciudad Prohibida

EnfoqueMás