XINING, 17 jul (Xinhua) -- Siete crías de antílope, que se perdieron durante la migración de su grupo, fueron enviadas hoy martes a un centro de rescate de fauna salvaje en la reserva natural de Hoh Xil, en la meseta de Qinghai-Tíbet, en el noroeste de China.
El lago Zonag, ubicado en Hoh Xil, es conocido como la "sala de partos" de la especie. Cada año, decenas de miles de antílopes tibetanas preñadas migran a Hoh Xil en mayo para dar a luz a sus crías, y abandonan el lugar con ellas entre julio y agosto.
"Los bebés pueden separarse de los grupos migratorios durante el viaje, que puede ser de hasta 1.000 millas", indicó el subjefe de la estación de protección del lago Zonag, Guo Xuehu.
La estación salvó a los siete bebés de antílope y los trasladó al centro de rescate de animales salvajes de la estación de protección de Sonam Dargye.
Los rescatadores alimentarán a las crías con leche, de entrada, y luego las trasladarán a pastos donde también comerán forraje. Serán liberadas en julio del próximo año, cuando las madres comiencen otra vez la migración de regreso.
El centro de rescate, establecido en 2000, ha ayudado a más de 400 antílopes.
Los antílopes tibetanos habitan principalmente en la región autónoma del Tíbet, la provincia de Qinghai y la región autónoma uygur de Xinjiang, en el noroeste de China. La especie está bajo la protección estatal de primera categoría.
La población de antílopes tibetanos bajó rápidamente en la década de los años 80 de 200.000 a 20.000 individuos debido a la caza ilegal. El número se recuperó gracias a una serie de medidas para mejorar su hábitat y controlar la caza furtiva.
Hoh Xil es desde julio de 2017 patrimonio de la humanidad y es ahora hogar de unos 60.000 antílopes tibetanos.