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Espero no volver a aparecer en una lista negra

Beijing, 20/07/2018 (El Pueblo en Línea) - "Li", una mujer de 38 años de Beijing, recientemente devolvió dinero que le debía a su hermano durante cuatro años.

Tenía la intención de llevar a mis dos hijos a Suzhou, provincia de Jiangsu, para ver a mi esposo que está trabajando en un proyecto de construcción allí.

Quería pasar las vacaciones de verano allí, pero para mi sorpresa no pude reservar billetes de tren de alta velocidad en línea.

La página web me informó que no estaba autorizada a reservar viajes o comprar artículos de lujo. En ese momento, me sentí perdida y la imposibilidad de reservar billetes después de varios intentos me enojó un poco.

Cuando llamé a la policía para averiguar qué estaba pasando, me informaron que había sido incluida en una lista negra ideada por el Tribunal Superior de Justicia de China para alentar a las personas a obedecer órdenes judiciales. Las personas en la lista no pueden comprar billetes de avión o tren en el país.

Al principio, no sabía por qué estaba en la lista, pero luego recordé una disputa entre mi hermano mayor y yo sobre un contrato de compra de una casa, por lo que verifiqué con el tribunal local en el distrito de Fangshan.

Hace cuatro años, mi hermano nos denunció a mi madre y a mí porque pensó que había pagado más que nosotros cuando compramos una casa juntos.

Quería solucionar el asunto, pero mi hermano pidió al tribunal que ordenara que le devolviéramos el dinero extra como compensación.

Me dijeron que pagara 7.763 yuanes (1.155 yuanes) en 60 días, pero estaba demasiado enojada como para cumplir el veredicto. Retrasé el pago, aunque podía pagarlo porque no era una gran cantidad.

Además, vivía en Jiangsu y no regresé a Beijing hasta 2016. Pasé la mayor parte del tiempo criando a mis hijos, especialmente después de dar a luz a mi segundo hijo el año pasado.

Estaba tan ocupada que el caso se me olvidó y mi hermano no me lo recordó. Nunca pensé que estaría en la lista negra, y mucho menos experimentar una prohibición como esa.

Telefoneé a mi esposo y me quejé, pero él me instó a no enojarme y terminar la disputa lo más rápido posible.

El 9 de julio, el día después de que me prohibieran comprar billetes de tren en el sitio web, fui al tribunal por la mañana y pagué la deuda. Los jueces me aseguraron que la prohibición se eliminaría en siete días.

Las cosas no estaban tan mal porque mi viaje no era urgente. Sin embargo, no me puedo imaginar lo ansiosa que habría estado si hubiera sido una emergencia, sin mencionar la inconveniencia.

Espero que la disputa finalmente haya terminado y espero no volver a estar en la lista negra.