Hefei, Anhui, 09/08/2018 (Pueblo en Línea) – A diferencia de muchos funcionarios que disfrutan de una oficina con aire acondicionado, Zhan Shaobo no puede permanecer en la oficina ni siquiera en los días más calurosos.
Zhan, de la oficina de asuntos civiles del distrito de Luoyang en el centro de Hefei, en la provincia de Anhui, patrulla las calles cada día de trabajo en busca de personas sin hogar, por temor a que sufran las consecuencias de la ola de calor.
La ciudad ha vivido una ola de calor desde finales de julio, y las temperaturas por la tarde ascienden hasta los 38 grados.
"Muchas de las personas sin hogar se refugian debajo de puentes o en alcantarillas, pero también encontramos a algunos deambulando por las calles e incluso tumbados en el suelo abrasador, y fácilmente podrían sufrir un golpe de calor", dijo.
En la mayoría de los casos, los funcionarios de asuntos civiles llevan a las personas sin hogar a un refugio administrado por la ciudad. Para aquellos que no están dispuestos a ir, los funcionarios proporcionan medicamentos, agua embotellada y comida instantánea.
Una vez en el refugio, se brinda ayuda para reubicar a las personas si tenían una residencia anterior, mientras que otras pueden permanecer en el refugio por el tiempo que deseen para evitar el calor.
Desde junio, Zhan y sus colegas han ayudado a dos o tres personas cada día, dijo.
Un día encontraron a un hombre de unos 60 años tirado en el suelo con una posible insolación. Apenas podía beber agua. El hombre fue trasladado al hospital para recibir tratamiento.
"Más tarde supimos que el hombre se había peleado con su familia y se escapó de su casa en la provincia de Henan con todo su dinero, que pronto gastó", dijo.
Después de que el hombre se recuperara, el refugio le compró un billete de tren a casa y le dio algo de dinero.
Las patrullas de verano durarán hasta septiembre, cuando el calor en la ciudad generalmente va aminorando.