BEIJING, 3 sep (Xinhua) -- El presidente de China, Xi Jinping, y los líderes de todo el continente africano se reunieron en Beijing para una cumbre de dos días del Foro de Cooperación China-Africa (FOCAC).
Incluso si este foro afecta a una fracción de la población combinada de más de 2.600 millones de personas que abarcan las dos regiones, tiene el potencial de modificar muchas vidas.
Africa tiene tres cuellos de botella de desarrollo: falta de infraestructura, de mano de obra calificada y de financiamiento. Existen más países en desarrollo en la Unión Africana que en ninguna otra agrupación multilateral en el mundo.
Desde que China emprendió la reforma y la apertura hace 40 años, se han logrado grandes cosas, algunas de tal alcance como para ser consideradas "un milagro". Sin embargo, los logros de las últimas cuatro décadas tienen menos que ver con la intervención divina que con valor y determinación.
En el proceso de liberar la creatividad y la vitalidad de su pueblo, China ha aprendido lecciones monumentales, muchos dirían que en la forma difícil.
Es por esta razón que hoy, China, la nación en desarrollo más grande del mundo, está trabajando con otras naciones en desarrollo para que puedan lograr la modernización con un arsenal de herramientas completo para evitar los efectos secundarios negativos que han acompañado a la rápida industrialización en el pasado.
Por lo tanto, el foro China-Africa no sólo tiene que ver con los "tres cuellos de botella". Hay un asunto que todas las naciones, sin importar su ubicación geográfica, deben abordar: ¿cómo puede la comunidad internacional limitar, y, dónde sea posible, reparar el daño que le hemos hecho a nuestro planeta?.
En una entrevista reciente con Xinhua, Erik Solheim, director ejecutivo del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma), dijo que espera que la reunión pueda tener como resultado "soluciones de ganar-ganar en las que Africa pueda aprender de la experiencia china sobre desarrollo rápido y también cómo China está cambiando para convertirse en un país amigable con el medio ambiente".
Este hecho también fue subrayado por el presidente de Ruanda, Paul Kagame, durante otra entrevista reciente con Xinhua.
"La distancia entre China y Africa no importa [...] al final del día todos estamos impulsados por las mismas aspiraciones. Queremos desarrollo. Queremos estabilidad. Queremos garantizar que el ambiente en el que estemos sea protegido", declaró.
La cercanía es mucho más que sólo distancia, y los valores y aspiraciones compartidas nos hacen más fuertes.
Los miembros del FOCAC están unidos al ser beneficiarios de dos programas globales; por una parte está la Iniciativa de la Franja y la Ruta de China, que busca alcanzar el desarrollo común a través del mejoramiento de la infraestructura y de la conectividad.
Por otra parte, está la Agenda 2063 de la Unión Africana, un marco estratégico para la transformación socioeconómica del continente.
La cumbre de este año no se refiere sólo a la comunidad de destino China-Africa. La creciente cooperación entre China y Africa tiene implicaciones mundiales.
Para finales de 2017, China había invertido 100.000 millones de dólares en Africa. Los proyectos incluyen a la vía férrea de ancho estándar Nairobi-Mombasa en Kenya y el ferrocarril Etiopía-Yibuti. De hecho, las vías férreas y autopistas que han sido construidas en Africa por empresas chinas son lo suficientemente largas, si se conectan, para extenderse de China a Ruanda.
La cooperación no tiene que ver sólo con concreto y vidrio. También está la cuestión de cómo acercar a pueblos de diferentes culturas. Esto se puede lograr a través de compartir el conocimiento y la exposición cultural. Con este objetivo, más de 160.000 personas de Africa han recibido capacitación en el marco de programas China-Africa desde la cumbre de Johannesburgo de 2015, y más de 200 escuelas habían sido construidas para finales de 2015. Actualmente, existen 54 Institutos Confucio en 41 países africanos desde que se estableció el primero en Africa en Nairobi en 2006.
En Tanzania, el Centro de Cultura China de la Universidad de Dar es Salaam es elogiada por el trabajo que lleva a cabo para apoyar los intercambios culturales. Esto se logra a través de eventos que promueven a China y muestran las oportunidades disponibles, desde artes marciales, clases de mandarín, hasta demostraciones de ceremonias de té chino. Actualmente, la cultura china se celebra no sólo a través de un amor por el idioma, sino también a través de tradiciones y afinidad.
No obstante, las promesas y propuestas requieren financiamiento. Aquí también China ha ofrecido asistencia.
El Fondo de Desarrollo China-Africa fue establecido en 2007 luego de la Cumbre de Beijing 2006 del FOCAC. Hasta ahora, ha decidido invertir más de 4.600 millones de dólares en más de 90 proyectos en 36 países africanos. Se calcula que más de 8,7 millones de personas en el continente africano se beneficiarán de la inversión canalizada a través de esos proyectos.
China ofrecerá 60.000 millones de dólares de financiamiento para Africa, anunció hoy lunes el presidente chino Xi en la ceremonia de inauguración de la Cumbre de Beijing del FOCAC. El financiamiento se proporcionará en forma de asistencia gubernamental y como inversión y financiamiento por parte de instituciones financieras y de compañías.
La cumbre tiene el potencial de hacer diferencias reales en temas como crecimiento, bienestar y medio ambiente, los cuales tienen importancia fuera de los Estados miembros del FOCAC. China ha entrado en una nueva etapa de desarrollo social y económico. ¿Africa también está lista para emprender un camino similar?.