Por Victoria Argüello
SAN SALVADOR DE JUJUY, Argentina, 10 sep (Xinhua) -- Cuando pisó por primera vez el suelo de Buenos Aires hace unos dos años, Qi Hong recuerda haber tenido hasta entonces una incipiente idea de los rasgos elementales de la geografía, cultura y sociedad de Argentina.
Qi Hong es uno de los integrantes del personal técnico chino que viajó más de 19.800 kilómetros para llegar a la provincia argentina de Jujuy (norte) donde hoy en día se construye la planta fotovoltaica Cauchari, que cuenta con tecnología y financiamiento de la empresa china Shanghai Electric Power Construction (SEPC).
Ubicada a unos 4.020 metros sobre el nivel del mar, en pleno altiplano argentino, Cauchari es hoy en día una de las muchas iniciativas modernas orientadas a la generación de energías limpias y alternativas.
La planta permitirá reducir las emisiones de dióxido de carbono (CO2) en al menos 325.000 toneladas.
Qi, oriundo de la provincia china de Hebei (norte), destacó de este proyecto el aprendizaje que en términos de tecnología pueden adquirir los trabajadores argentinos y quienes como él dejaron su provincia natal para ser parte de este proyecto vinculado a la Iniciativa de la Franja y la Ruta de China.
"Con mi experiencia acá siento muy buena relación entre los dos países, también quiero mejorar más la relación a través de nuestro proyecto, hacer conocer a los argentinos de nuestra cultura y tecnología avanzada", comentó Qi en entrevista con Xinhua.
Resaltó, además, el acercamiento que va más allá del intercambio de tecnología y conocimientos en este campo, y que tiene que ver con el aprendizaje e integración que se da entre dos culturas, ambas con un fuerte peso dentro de sus respectivos continentes.
"Durante mi estancia en Argentina, ahora conozco mejor esta cultura, ya que antes yo conocía a Argentina por los medios de comunicación", comentó.
La provincia de Jujuy ha acogido entre 2017 y 2018 a unos 25 trabajadores jóvenes de SEPC de nacionalidad china, entre los que figuran ingenieros, diseñadores de las áreas civil y eléctrica, constructores e intérpretes.
Un grupo nutrido de ellos reside en una casa en la ciudad de San Salvador de Jujuy. En ese lugar el tiempo transcurre entre los quehaceres propios del trabajo, la comida autóctona y el compañerismo.
A pocos metros está la oficina de monitoreo del proyecto de la planta Cauchari, donde diariamente los jóvenes conviven con personal técnico de Argentina, España, Italia, Perú y otras latitudes que han sumado personal a la construcción.
Para Huang Yi, otro de los pioneros de la empresa, oriundo de la ciudad china de Shanghai (este), toda esta integración es benéfica y se enmarca además en el resultado que la Iniciativa de la Franja y la Ruta deja a Argentina no sólo en términos de beneficios económicos.
Por su parte, Wang Tieshan, de la provincia china de Henan (centro) ponderó la Iniciativa de la Franja y la Ruta como una oportunidad para que "el mundo conozca los equipos y tecnología avanzados de China".
Pese al esfuerzo que siempre implica dejar el país natal, el equipo de SEPC reconoció ver en el proyecto Cauchari una oportunidad de crecimiento no sólo en el ámbito profesional, sino también en el personal.
Para ellos, una cooperación que comenzó en el plano político y tecnológico, va tejiendo consigo nuevas experiencias que acercan culturalmente a dos poblaciones pese a una amplia distancia.
La planta fotovoltaica terminará de armarse en marzo de 2019, ratificando la idea china de que países de América Latina sean una extensión natural de la Ruta Marítima de la Seda del Siglo XXI que permite a los países impulsar proyectos de conectividad y de infraestructura.
Además de los participantes chinos, el parque solar creará alrededor de 1.500 puestos de trabajo, directos e indirectos, que vincularán sobre todo a trabajadores de zonas aledañas, entre ellos a quienes se quieran capacitar en el conocimiento de la energía fotovoltaica.