PARIS, 20 sep (Xinhua) -- La creciente incertidumbre desencadenada por la escalada de las tensiones comerciales y los riesgos políticos podría empañar el panorama económico mundial, advirtió hoy la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), por lo que se espera un desempeño económico más débil para el período 2018-2019.
En su panorama económico provisional, la OCDE redujo el su pronóstico de crecimiento mundial de este año de 3,8 a 3,7 por ciento. Para el próximo año, disminuyó su pronóstico de crecimiento mundial en dos puntos porcentuales para ubicarlo en 3,7 por ciento.
"Las perspectivas de crecimiento económico ahora son ligeramente más débiles de lo que se anticipó en mayo. La escalada de las tensiones comerciales, el endurecimiento de las condiciones financieras en los mercados emergentes y los riesgos políticos podrían socavar el crecimiento mundial fuerte y sostenible en el mediano plazo", indicó el grupo de expertos con sede en París.
"El panorama identifca una preocupante desaceleración en el crecimiento del comercio que, junto con la incertidumbre política generalizada, es el principal factor que pesa sobre la economía mundial. Destaca las restricciones comerciales que podrían tener efectos adversos sobre los empleos y la calidad de vida, principalmente en los hogares de bajos ingresos", añadió.
La OCDE señaló que a diferencia de la expansión general vista a finales de 2017, las actividades económicas se acelerarán a distintos ritmos en los países en los próximos dos años.
"Es urgente que los países acaben con la tendencia a un mayor proteccionismo, que refuercen el sistema de comercio internacional basado en reglas y que impulsen el diálogo internacional, lo que ofrecerá confianza a las empresas para invertir", dijo Laurence Boone, economista en jefe de la OCDE.
"Con condiciones financieras más severas creando estrés en varias economías emergentes, especialmente Turquía y Argentina, un marco político fuerte y estable será la clave para evitar una mayor turbulencia", añadió.
En este contexto, la OCDE recomendó más acciones para impulsar la productividad, mejorar la inclusión y ampliar la resiliencia a los choques tanto en las economías emergentes como en las avanzadas.
También pidió a los responsables políticos dirigir la política fiscal hacia medidas que apoyen el crecimiento de largo plazo y concentrarse en reformas sobre habilidades e inclusión en el mercado laboral para mejorar las oportunidades para todos.