SAO PAULO, 30 sep (Xinhua) -- El índice de rechazo superior al 45 por ciento del candidato ultraderechista Jair Bolsonaro puede ser su principal enemigo en caso de llegar a una segunda vuelta contra el aspirante del Partido de los Trabajadores (PT), Fernando Haddad, afirmó hoy en una entrevista con Xinhua el politólogo Alberto Carlos Almeida, del instituto Brasilis.
El empate técnico entre Bolsonaro y Haddad, informado este domingo por la tradicional encuesta del instituto MDA para la Confederación Nacional del Transporte, pone al candidato que representa al ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva en una mejor posición para una eventual segunda vuelta, según Almeida.
De cara a la primera vuelta de las elecciones del próximo domingo, Bolsonaro, del Partido Social Liberal (PSL), "tiene un rechazo que le impide hasta el momento verlo como ganador en una posible segunda vuelta", dijo Almeida, conocido por ser un especialista del mapa electoral del país a partir de sus libros "A cabeça do brasileiro" (La cabeza del brasileño) y el reciente "O Voto do Brasileiro" (El voto del brasileño).
Según Almeida, ninguno de los presidentes electos en Brasil desde la redemocratización -Fernando Collor de Mello (1989), Fernando Henrique Cardoso (1994 y 1998), Lula (2002 y 2006) y Dilma Rousseff (2010 y 2014)- tuvieron un rechazo tan alto como el exhibido por Bolsonaro, del 46 por ciento según el instituto Datafolha.
"El alto rechazo de Bolsonaro es inédito en la historia electoral brasileña. Eso le impedirá ser más competitivo en la segunda vuelta. Bolsonaro tiene un voto muy consolidado, pero este voto se frenó y hasta anduvo perdiendo apoyo en el segundo turno. Lo que no ha parado de subir es su rechazo", afirmó el experto durante una entrevista en Sao Paulo.
Bolsonaro, un ex capitán del Ejército que reivindica al régimen militar (1954-1985), la tortura, la homofobia y la misoginia, fue repudiado por cientos de miles de personas el sábado en más de 60 ciudades de Brasil y del exterior, convocadas por colectivos de mujeres, bajo la consigna #Elenão (El no).
En ese contexto, con el correr de las semanas ha crecido el ex ministro de Educación y ex alcalde de Sao Paulo, Fernando Haddad, del PT, quien reemplazó como candidato al presidente más popular de la historia de Brasil, Lula, quien fue inhabilitado por estar preso y condenado por corrupción pasiva.
La encuesta MDA para la Confederación Nacional del Transporte (CNT) arrojó hoy que existe un empate técnico, por primera vez en la campaña, entre Bolsonaro (el 28,2 por ciento) y Haddad (el 25,2 por ciento), considerando el margen de error del sondeo.
En tercer lugar se estancó Ciro Gomes, del Partido Democrático Laborista (PDT, por sus siglas en portugués), y en cuarto cayó el ex gobernador de Sao Paulo, Geraldo Alckmin, del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), con el 7,3 por ciento.
Hay un 8,3 por ciento de indecisos y un 11,7 por ciento dijo que votará en blanco o anulará el voto.
Para el politólogo que dirige el instituto Brasilis, "en forma probabilística se espera que esta última semana de campaña habrá un crecimiento importante de Haddad, debido a la gran cantidad de personas muy pobres que todavía no han declarado su voto, que deciden su voto a última hora, como en toda la historia electoral de Brasil".
"Estas personas más pobres que se ocupan de la elección en las últimas horas ven al PT de Lula como su posibilidad para mejorar su calidad de vida, esto fue siempre así", pronosticó.
Bolsonaro regresó el sábado a su casa en Río de Janeiro luego de haber pasado 23 días en un hospital en Sao Paulo recuperándose de un atentado con cuchillo en el estómago sufrido durante un mitin.
Según Almeida, el alta médica de Bolsonaro no le garantiza nuevos votos si es que decide aumentar su presencia en los medios o en los debates.
"Si Bolsonaro comienza a hablar, es posible que perjudique más su imagen ante el electorado que aún duda en votarlo", dijo el analista, que considera que la caída del PSDB de Alckmin como fuerza rival del PT está vinculada al apoyo que esa fuerza dio al actual gobierno de Michel Temer, surgido del "impeachment" (juicio político) contra Rousseff en 2016.
También, apuntó contra la declaración de Bolsonaro, quien deslizó que no reconocería una eventual derrota, levantando sospechas de un posible fraude en las urnas electrónicas que rigen el sistema electoral de Brasil.
"Bolsonaro, al decir que no aceptará la derrota, muestra que nunca jugó al fútbol de niño, ya que el fútbol en Brasil es la mejor socialización para aprender a ganar y perder aceptando reglas, y saber que hay pocas chances de gol durante la vida", agregó Almeida destacando la cultura del país pentacampeón mundial.