SAO PAULO, 30 sep (Xinhua) -- La elección de un nuevo presidente en Brasil, el 7 de octubre, no eliminará la incertidumbre financiera sobre la política que será implementada por el nuevo gobierno, opinó hoy un experto en economía.
El economista Clements Nunes, profesor de la Fundación Getúlio Vargas, a una semana de la primera vuelta de los comicios presidenciales, dijo a Xinhua que "el resultado de la elección no le pondrá fin a la incertidumbre sobre el rumbo económico, gane quien gane".
El ultraderechista Jair Bolsonaro y Fernando Haddad, del Partido de los Trabajadores (PT) del ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, aparecen frente a los comicios del domingo próximo con el pase a la segunda vuelta electoral del próximo 28 de octubre, con base en lo divulgado por las encuestas.
La volatilidad del dólar, el riesgo país y las acciones de la bolsa en los dos últimos meses de campaña fueron, según el doctor en economía, "variables que acompañan la incertidumbre grande sobre la política económica a ser implementada".
Las dos principales opciones electorales tienen programas diferentes: Bolsonaro, del Partido Social Liberal (PSL), ha presentado como su referente económico al ultraliberal Paulo Guedes, quien ha dicho que privatizará todo lo posible para atraer la inversión, mientras que Haddad prometió apostar al consumo interno para las clases más bajas.
"En el caso de Bolsonaro, el mercado lo ve como un proceso liberal pero no homogéneo. El economista Guedes hizo algunos anuncios y Bolsonaro lo desmintió. Hay desconfianza sobre cómo puede ser llevada la agenda de Bolsonaro, porque necesitará del Congreso y el diálogo con la sociedad si no hay un discurso homogéneo económico", dijo Nunes.
El experto de la Fundación Getúlio Vargas dijo que el ultraderechista está a favor de mantener las reformas hechas por el gobierno del presidente Michel Temer, como la enmienda constitucional que fijó un techo de gasto público por 20 años.
"Un gobierno de Bolsonaro también aceleraría una reforma jubilatoria, que es lo que espera el mercado para tener previsiones sobre la rebaja del déficit fiscal", evaluó.
Por su parte, el candidato Haddad, del izquierdista PT, ha basado su campaña en eliminar el impuesto de renta a quien gane hasta 5.000 reales (unos 1.250 dólares) para reiterar parte del modelo implementado por Lula entre 2003 y 2010, dando aliento al consumo entre las clases populares como uno de los principales motores del crecimiento.
Nunes dijo que en el mercado financiero hay "incertidumbre sobre si el programa económico será el presentado para las elecciones o cambiará en el camino", como hizo Dilma Rousseff en 2015 tras haber sido reelegida.
"Haddad puede hacer movimientos hacia la ortodoxia económica con el objetivo de ganar el voto del centro, entonces la incertidumbre persiste sobre el programa económico a ser implementado. Habrá, como en la época de Rousseff, una situación tensa entre la línea del gobierno y la línea económica de su partido", agregó el especialista.
Haddad también tendrá una visión "negativa del mercado" en caso de que para compensar el cese de recaudación se aplique una tasa sobre ganancias y dividendos.
Según Nunes, sea quien fuera el vencedor de las elecciones del próximo domingo y de la segunda vuelta del 28 de octubre, deberá encarar el déficit fiscal.
"El gobierno necesita revertir la deuda pública interna, en reales. El mercado financiero espera que se siga el techo de gastos y se haga la reforma jubilatoria. Pero gane quien gane encontrará difícil tener soporte en el Congreso para un proyecto de ese tamaño", comentó.
Nunes se refirió a la reforma del sistema previsional que intentó en vano el presidente Temer en 2017, y que fracasó a raíz de que varios bloques parlamentarios aliados consideraron, en su momento, que el proyecto era impopular e iba a afectar la imagen de estos partidos oficialistas en las elecciones del domingo 7 de octubre.