XICHANG, 19 nov (Xinhua) - Cuando los chinos inventaron la brújula, la humanidad se adentró en aguas desconocidas. Ahora, China presenta una alternativa para navegar por el mundo en la nueva era del intercambio global: su incipiente sistema de navegación por satélite Beidou (BDS).
Con el lanzamiento hoy lunes de dos nuevos satélites BDS-3, China completará su sistema básico de navegación, y comenzará a brindar servicios a los países que participan en la Iniciativa de la Franja y la Ruta a finales de este año.
"Este es un paso decisivo para que el BDS pase de ser un sistema de navegación nacional a uno regional y luego global", dijo Yang Changfeng, jefe de diseño del sistema.
China planea lanzar otros 11 satélites BDS-3 en los próximos dos años. Para finales de 2020, el sistema Beidou, que toma su nombre del término chino para la constelación del Carro, se hará global y ofrecerá servicios de posicionamiento, navegación y sincronización fiables y de alta precisión en cualquier parte del mundo.
"China desarrolló el BDS a través de un enfoque tecnológico propio, contribuyendo con la sabiduría china a la teoría y la construcción de los sistemas internacionales de navegación por satélite", dijo Xie Jun, diseñador jefe adjunto del sistema Beidou.
Este año se enviaron al espacio 18 satélites BDS desde el Centro de Lanzamiento de Satélites de Xichang, en la provincia suroccidental de Sichuan.
El jefe del equipo satelital BDS-3 de la Academia de Tecnología Espacial de China (CAST), Chi Jun, lleva seis meses en el valle donde se ubica el centro.
Chi nunca ha visto el lanzamiento de un satélite BDS, ya que cada vez tiene que monitorizar los datos en una computadora.
"Este año ha sido el más intensivo en cuanto a lanzamientos de satélites BDS. Reformamos el proceso de gestión para mejorar la eficiencia. El personal de satélites en el centro de lanzamiento se ha reducido casi a la mitad, y el tiempo de prueba antes del lanzamiento se ha rebajado casi en un tercio", indicó.
En la base de producción de CAST en Beijing se fabrican varios satélites BDS al mismo tiempo.
"Intentamos mejorar la capacidad de fabricación inteligente y reducir los tiempos de producción. La construcción del sistema BDS-3 se ha acelerado", aseguró.
El jefe de diseño adjunto de los satélites BDS-3, Wang Jingang, participó también en el desarrollo de los sistemas BDS-1 y BDS-2. "Es una rara oportunidad el poder dedicar mi inteligencia a un proyecto nacional simbólico", dijo.
La experiencia del fracaso le ha dejado una profunda impresión. Un satélite BDS-2 falló en órbita en 2009. Con el fin de identificar la falla, todo el equipo de desarrolladores se quedó en la oficina durante más de un mes, trabajando hasta medianoche todos los días.
"Fue una experiencia inolvidable, si no hubíéramos encontrado el fallo habríamos vuelto a fracasar", recordó. Finalmente encontraron la causa y la solución. Desde entonces, todos los satélites chinos han evitado problemas similares.
"Cuando mis amigos o familiares se enteran de que trabajo en el desarrollo de los satélites BDS, a menudo me muestran las señales de BDS de sus teléfonos móviles. La gente todavía depende principalmente de la navegación por GPS, complementada por BDS. Espero que en unos años la gente se oriente sobre todo por BDS", confió.