MONTEVIDEO, 14 dic (Xinhua) -- La economía de Uruguay atravesó un periodo de estancamiento entre abril y septiembre, un resultado que no llega a encender las alarmas si se considera el contexto adverso de sus dos grandes vecinos, Argentina y Brasil.
"Es un estancamiento pero quizás hay que mirarlo desde un punto de vista positivo por el contexto tan complejo que atravesamos", dijo a Xinhua Gabriela Mordecki, economista e investigadora del Instituto de Economía de la Universidad de la República (Udelar).
Según el Informe Trimestral de Cuentas Nacionales que divulgó el Banco Central (BCU) el jueves, en términos desestacionalizados, en el trimestre julio-septiembre el Producto Interno Bruto (PIB) "presentó un nivel similar al trimestre inmediato anterior".
Eso se suma al retroceso desestacionalizado de 0,1 por ciento verificado en la actividad en el segundo cuarto de 2018.
"Es una situación muy complicada pero la economía ha mostrado que tiene sus fuerzas", valoró Mordecki.
En ese sentido, mencionó al sector agropecuario que fue golpeado por una sequía al inicio del año y que exhibe "una perspectiva muy positiva", y al consumo privado que ha mantenido "un dinamismo" pese al empeoramiento del mercado laboral y a la suba del tipo de cambio.
Las principales variaciones positivas en el trimestre julio-septiembre se dieron en Agricultura y Ganadería (6,4 por ciento), Transporte y Comunicaciones (6,1 por ciento) e Industria (4,6 por ciento), aunque en este último caso por el efecto de la reapertura de la refinería de petróleo tras meses de cierre por mantenimiento.
En cambio, hubo retrocesos en Comercio y Hoteles (-0,9 por ciento), rubro en el que se nota el impacto de los países vecinos, y Construcción (-0,7 por ciento).
Al evaluar el componente del gasto, la suba del PIB exhibió un incremento del gasto en consumo final (2,5 por ciento ), que lideró el sector privado (2,7 por ciento), y una fuerte suba de la formación bruta de capital (31,3 por ciento).
Para el Centro de Investigaciones Económicas (CINVE), el último resultado trimestral es "una buena noticia", al considerar el componente de "tendencia-ciclo del PIB" que "aísla los efectos de las variaciones de muy corto plazo y las de naturaleza estacional".
"Las estimaciones de CINVE indican que durante el tercer trimestre del año, cuando Argentina transitó el punto más difícil de su crisis actual, la tendencia ciclo del PIB de Uruguay mostró una variación virtualmente nula, lo que representa una buena noticia", señaló en un informe.
Mordecki explicó que Uruguay creció años atrás con tasas superiores al 5 por ciento, porque "tuvimos un shock externo muy favorable", y hoy es difícil repetir esos guarismos con la situación de Argentina y Brasil como mercados fuertes de bienes y servicios.
Con una recuperación de esas economías y una situación climática normal para el agro en Uruguay, la economía uruguaya "tiene una fortaleza para crecer", estimó.
Considerando el volumen, el comercio exterior reportó un retroceso a nivel de exportaciones (-10,4 por ciento), que contrastó con el avance de las importaciones (3,3 por ciento).
La expansión interanual de la economía en el tercer trimestre fue del 2,1 por ciento y del 2,7 por ciento en 2017, impulsada por el consumo y las exportaciones, cuando completó 15 años de crecimiento ininterrumpido.
El ministro de Economía, Danilo Astori, dijo recientemente que se mantiene la proyección de expansión económica de un 2,5 por ciento para 2018 porque es inconveniente ajustarla en medio de las "turbulencias" de la región.
"Las proyecciones preliminares de CINVE indican un ajuste al alza de la proyección de crecimiento para 2018, que se situaría más cerca del 2 por ciento. Si bien el 'efecto refinería' tiene una incidencia importante en el crecimiento, no lo explicaría en su totalidad", resaltó este centro académico.
A juicio de Mordecki, si el año próximo se concreta la millonaria inversión de la empresa forestal finlandesa UPM para instalar una segunda planta de celulosa en el centro del país, sería un factor dinamizador de la economía.
La planta de celulosa implicaría una inversión de unos 2.320 millones de dólares, generaría unas 8.000 fuentes de trabajo durante la etapa de construcción, y tendría una capacidad de producción de 2 millones de toneladas anuales de pasta de celulosa de eucalyptus.
Como contrapartida prevista en el plan, el gobierno del presidente Tabaré Vázquez se compromete a readecuar la red ferroviaria y vial entre el centro del país y Montevideo, con una inversión total de unos 1.000 millones de dólares.
"Son números grandes que impactan en la inversión", que impactan también en el comercio, la logística y el transporte, resaltó Mordecki en diálogo con Xinhua.
Desde el Instituto de Economía, "estamos revisando las proyecciones. No creo que se llegue al 2,5 por ciento, es difícil. Pero el número que se alcance ya es una buena noticia".
"Que haya un crecimiento de entre 1,5 y 2 por ciento ya es una buena noticia para Uruguay en un contexto tan complejo", evaluó Mordecki.