RIO DE JANEIRO, 26 dic (Xinhua) -- El Gobierno brasileño lamentó hoy la decisión de Japón de retirarse de la Comisión Ballenera Internacional (CBI) y de reiniciar su pesca comercial y pidió que "revise" su decisión, que ha provocado una gran indignación entre la comunidad internacional.
En un comunicado, el Ministerio de Medio Ambiente lamentó que el anuncio del gobierno nipón de salir de la CBI "ignora la posición mayoritaria de los países y representa un gran retroceso en el escenario global" y aseguró que ya se puso en contacto con las autoridades del país isleño para revertir la decisión.
"Ya le manifestamos al Ministerio de Relaciones Exteriores y a la embajada de Japón en Brasil nuestra esperanza de que ese importante país pueda revisar su posición", agrega el texto.
Brasil fue sede en septiembre pasado de la reunión de la CBI, entidad creada para garantizar la preservación de los cetáceos. Durante el encuentro en el país sudamericano, la mayoría de los miembros votó por mantener la moratoria de la caza comercial de las ballenas.
Durante el encuentro, celebrado en Florianópolis (sur de Brasil), los miembros de la CBI rechazaron por mayoría (41 votos en contra, 27 a favor y 2 abstenciones) la propuesta de Japón de crear un comité de caza sostenible, lo que finalmente llevó a Tokio a abandonar el foro.
El Ministerio de Medio Ambiente de Brasil recordó que el país sudamericano "históricamente postula por la defensa de todas las formas de vida en los mares del planeta, principalmente de los cetáceos, que tienen muchas especies amenazadas de extinción" y pidió la actuación integrada de todos los miembros de la CBI para garantizar la supervivencia de las ballenas.
El ministro portavoz de Japón, Yoshihide Suga, anunció este miércoles la salida del país del grupo y que a partir de julio próximo los balleneros japoneses reanudarán sus actividades en sus aguas territoriales y en su zona económica exclusiva.
Japón era miembro de la CBI desde el 21 de abril de 1951 y hasta ahora había respetado la moratoria en la caza comercial de la ballena acordada en 1982. En los últimos años, el gobierno nipón había amenazado en retirarse de la CBI si no se modificaba la moratoria en la caza de ballenas y se permitía una pesca regulada.