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RESUMEN: Muerte de niños migrantes guatemaltecos en custodia de EEUU genera ola de críticas

BEIJING, 26 dic (Xinhua) -- La muerte de un niño guatemalteco de ocho años se sumó este martes al trágico fallecimiento de una menor, ambos bajo custodia de las autoridades de EEUU, lo que generó una ola de críticas que exigen investigar las condiciones en que se encuentran los niños migrantes custodiados por agentes fronterizos.

El Servicio de Aduanas y Protección Fronteriza de EEUU confirmó que el niño de ocho años falleció después de la medianoche de Navidad, sin que de momento se conozcan las causas exactas del deceso.

El menor "mostraba síntomas de una potencial enfermedad" el lunes y junto a su padre fue trasladado al centro médico Gerald Champion Regional en el poblado de Alamogordo, del estado de Nuevo México, indicó la fuente.

Los galenos le diagnosticaron un resfriado común con fiebre, por lo cual estuvo en observación por 90 minutos, le dieron medicinas y fue dado de alta el mismo lunes. Sin embargo, la condición del menor empeoró y tuvo que ser llevado nuevamente al hospital en la tarde y pasada la medianoche falleció.

El Servicio de Aduanas y Protección Fronteriza se comprometió, en un comunicado, a garantizar una investigación independiente y total de las circunstancias en que ocurrió el hecho.

Asimismo, indicó que en los meses recientes se ha detectado la llegada de un mayor número de menores migrantes sin compañía en la frontera y de acuerdo con la legislación existente, "estos individuos son trasladados a instalaciones federales donde quedan pendientes de su expulsión o de su liberación".

Afirmó que durante aquel periodo de detención, los menores son sometidos a revisiones médicas y reciben tratamiento en caso de ser necesario.

La Cancillería de Guatemala precisó, a través de un comunicado, que solicitará una "investigación clara" a las autoridades estadounidenses y también pidió los registros médicos para tratar de esclarecer las causas de la muerte del niño.

"El Gobierno de Guatemala dará toda la asistencia y protección consular necesaria al padre, así como se hará cargo del proceso de repatriación de los restos del menor hacia Guatemala", indica el comunicado.

Tras oir la noticia del segundo niño muerto, la representante de la Cámara Baja por Nueva York, Nydia Velázquez, se declaró "descorazonada" y agregó a través de su cuenta de Twitter que "debemos exigir responsabilidades, encontrar respuestas y poner fin a la odiosa y peligrosa política contra los migrantes de esta administración".

Pocas horas después de que el niño de ocho años muriese, la niña de siete años Jakelin Caal era enterrada en la recóndita comunidad de San Antonio Secortéz, en el norte de Guatemala.

Ambos compartieron la trágica suerte de ingresar de manera irregular en Estados Unidos y morir estando bajo custodia de la patrulla fronteriza de EEUU.

La menor guatemalteca de origen maya q'eqchi' falleció el pasado 8 de diciembre, al parecer por deshidratación y conmoción, pero las causas reales aún no han sido dadas a conocer.

Su nombre escrito a pulso de mano sobre el cemento fresco da cuenta de la pobreza y necesidades por la que muchos de los migrantes parten hacia el norte en busca de una mejor suerte pero con la incertidumbre de lo que les depara el largo camino de más de 3.000 kilómetros.

La familia Caal hipotecó un terreno de su propiedad para pagar el costoso viaje hacia Estados Unidos, pero la patrulla fronteriza los detuvo el 6 de diciembre junto a 163 personas y separó al padre de su hija. Dos días después, el Servicio de Aduanas y Protección Fronteriza admitió que la niña murió por supuesta deshidratación, información que el padre desmiente.

El cadáver fue repatriado el domingo por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Guatemala y el padre de la niña decidió permanecer en EEUU a la espera de poder conseguir el permiso de trabajo y así enviar dinero a la endeudada familia que vendió lo poco que tenía para que ambos realizaran el trágico viaje.

El relator especial de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos de los Migrantes, Felipe González, instó a las autoridades estadounidenses a realizar una investigación "exhaustiva" sobre la muerte de la niña bajo custodia de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EEUU.

"Las autoridades estadounidenses deben garantizar que se lleve a cabo una investigación exhaustiva e independiente sobre la muerte de Jakelin Caal", dijo el relator del organismo internacional en un comunicado.

González añadió que se debe garantizar el acceso de los familiares de la menor a la justicia, lo que incluye pero no se limita a tener una representación legal en los procedimientos en un idioma que entiendan bien.

Además, "se debe proporcionar un resarcimiento a su familia y, si se determina que los funcionarios son responsables, deben rendir cuentas".

"El Gobierno también debe abordar las fallas dentro del sistema de inmigración y específicamente dentro de la Agencia de Aduanas y Control de Fronteras de Estados Unidos, para evitar situaciones similares", precisó.

El relator agregó que la detención de niños en función de su estatus migratorio es una violación del derecho internacional y por eso Estados Unidos debe detener esa práctica.

La representante del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU en Guatemala, Liliana Valinia, escribió en las redes sociales que mientras algunos sueñan con la paz y esperan la llegada del Año Nuevo, "el cuerpo de la niña guatemalteca Jakelin Caal regresa a su casa sin la esperanza de volver a volar".

"Los derechos humanos deben ser una realidad para todas las personas, sin exclusión", subrayó.

Una delegación de congresistas estadounidenses viajó a Nuevo México el martes pasado para investigar las causas de la muerte de la niña de siete años y denunciaron que hubo "fallos sistémicos" en el tratamiento a la menor y condiciones de higiene deplorables en los centros donde permanecen bajo custodia los migrantes.

"Encontramos algunos fallos sistémicos muy perturbadores relativos a cómo fue manejada la situación de la niña", dijo a la prensa Joaquín Castro, un representante del Partido Demócrata en Texas y quien fue encargado de dirigir la comisión que visitó el centro donde estuvo detenida Jakelin.

Entre tanto, la Unión Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU) calificó las muertes de los dos menores como "una tragedia espantosa".

"La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza debe rendir cuentas y dejar de detener a niños. El nuevo Congreso debe poner como una de sus primeras prioridades realizar una investigación sobre el Departamento de Seguridad Interna (DHS)", precisó ese organismo en un comunicado.

Las autoridades guatemaltecas han asegurado que agotarán todas las vías diplomáticas y jurídicas para aclarar las circunstancias del fallecimiento de los dos menores bajo custodia de la patrulla fronteriza de Estados Unidos.

El procurador guatemalteco para los Derechos Humanos, Jordán Rodas, emitió un comunicado en el que exhorta a las autoridades de EEUU a dar atención médica de inmediato a todos los niños migrantes bajo custodia en igualdad de condiciones y garantizar de esta manera su bienestar e integridad.

El funcionario también solicitó al Ministerio de Relaciones Exteriores que a través de su representación consular en Estados Unidos siga de cerca la investigación que realizarán las autoridades para verificar el trato recibido y si la atención brindada a los menores fallecidos fue la adecuada.

Además, pidió brindar asistencia a las familias para que se garantice un trato digno durante el proceso de repatriación de los cadáveres.

Siete meses atrás, la joven indígena de 19 años Claudia Gómez murió víctima de un disparo hecho por un oficial de la patrulla fronteriza de Estados Unidos cerca de la frontera con México.

Estas muertes han desatado fuertes debates sobre la política migratoria del Gobierno del presidente estadounidense, Donald Trump, y sobre la crisis que atraviesan algunos países centroamericanos que ha empujado a miles de personas a partir hacia el norte huyendo de la violencia y la pobreza.