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ESPECIAL: Ecuatorianos despiden 2018 con quema de monigotes, baile y limpias energéticas

QUITO, 31 dic (Xinhua) -- Los ecuatorianos se aprestan a despedir hoy a la medianoche el año 2018, con limpias energéticas, baile y la quema de monigotes también llamados "años viejos", para dejar atrás lo negativo que ha pasado en el año que termina.

En todo el país andino se mantiene la tradición de abarrotar las principales calles y avenidas con monigotes, que son muñecos elaborados con papel, cartón o ropa usada rellena de aserrín.

Estos últimos dan vida, principalmente, a personajes públicos a través de una careta, y sus precios son módicos para atraer a los compradores.

"Los muñecos de aserrín son una tradición de hace muchos años, por lo que me gusta comprarlos, se mantiene la esencia de los años viejos de antaño y eso es bonito. Además, también se les puede elaborar en familia, por lo que se comparte un momento ameno", dijo a Xinhua Jorge López, de 60 años.

Como cada año, los monigotes cobran protagonismo este 31 de diciembre en Quito y Guayaquil, las principales ciudades del país, donde artesanos y comerciantes ofertan muñecos de todo tamaño y precio, que serán quemados a la medianoche, como es la tradición de los ecuatorianos.

Se trata de una tradición enraizada en el pueblo ecuatoriano desde 1830, según historiadores, que manda saltar sobre las llamas del monigote y darle un par de patadas.

Esta práctica se realiza en varios países de América Latina, aunque está más arraigada en Ecuador.

Entre los "años viejos" destacan muñecos de superhéroes como Iron Man (el hombre de hierro), el hombre Araña, Hulk, Thanos, personajes de la película The Avengers; los ocho cachorros de la popular serie de animación La Patrulla Canina, además, de la película de Disney-Pixar "Coco".

Asimismo, se exhiben caretas de personajes políticos, como el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el de Ecuador, Lenín Moreno, entre otros.

Las ventas se ven matizadas por ávidos compradores que recorren las calles disfrazados con caretas, antifaces, diademas de luces, gafas, pelucas, entre otros accesorios, para dar color a la festividad.

"Me gusta en esta fecha lucir una peluca porque me hace sentir parte de la fiesta de fin de año y con esa alegría recibir el año nuevo con la familia y amigos", indicó a Xinhua Daniela Acosta, una adolescente de 14 años.

En la avenida Amazonas, en el centro norte de Quito, los capitalinos visitaban a lo largo de este día varios monigotes que forman parte de un Festival de Años Viejos, que cada año se realiza en este lugar.

Igual panorama se registraba en la calle 6 de Marzo, en el centro de Guayaquil, la principal vía para la exhibición y venta de monigotes, en su mayoría gigantes, y cuyo precio puede llegar a 180 dólares.

La fecha también es propicia para participar en las llamadas limpias energéticas, principalmente en mercados.

Ahí, mujeres expertas en estos rituales atienden a decenas de clientes que creen en el poder curativo de las plantas para recibir el año con buena salud, prosperidad y trabajo.

Para la limpia se utiliza un paquete de hierbas amargas que incluyen ortiga, ruda, santamaría, chilca, sauco, eucalipto y altamisa.

La celebración de fin de año en Ecuador también va acompañada de baile y humor, así como de los llamados "testamentos", leyendas realizadas en forma de sátira con las cosas que deja el año viejo.

Familia, vecinos y amigos reunidos para la celebración comparten copas de licor o el infaltable "canelazo", una bebida elaborada con agua de canela, azúcar, limón y aguardiente de caña.

En tanto, las llamadas "viudas", hombres o mujeres vestidos de negro o con atuendos llamativos, han pasado horas en las calles para interrumpir el tránsito o pedir caridad y llorar por la partida del año viejo.

La despedida del año se complementa con una variedad de rituales y creencias para atraer la prosperidad, el amor y el dinero.

El ritual más popular para