Por Raúl Menchaca
LA HABANA, 20 oct (Xinhua) -- Una de las principales actividades económicas de Cuba, la cosecha azucarera, entra ahora en su etapa clave, cuando las plantaciones de caña de azúcar alcanzan el tiempo óptimo de madurez y rendimiento.
La actual etapa, iniciada a mediados de noviembre último, transita por un período que se extiende del 15 de enero al 15 de abril, muy favorable para el rendimiento industrial, por lo que las autoridades esperan un mejor resultado final de la temporada azucarera cubana.
El primer vicepresidente, Salvador Valdés, llamó a los cosecheros a "garantizar la materia prima a la industria", ahora que la cosecha 2018-2019 marcha por su período decisivo, tras concluir con éxito la llamada Zafra Chica, que cerró el 31 de diciembre.
Valdés hizo el llamado en la semana que recién concluyó durante una visita gubernamental a las centrales provincias de Cienfuegos y Sancti Spíritus, territorios donde la producción de azúcar constituye una importante actividad.
El portavoz del Grupo Empresarial AZCUBA, Liobel Pérez, explicó a la prensa local que la zafra "marcha según lo programado", aunque se reportaron en los primeros días de enero algunos problemas, como roturas de turbogeneradores recién instalados en centrales.
Pérez dijo que hasta la fecha se sobrecumple el plan de azúcar y se registra un rendimiento industrial superior, pero el aprovechamiento potencial en los ingenios es un 4 por ciento por debajo de lo planificado.
"Resulta imprescindible hacer molidas mayores para utilizar el mejor momento de la zafra", subrayó el funcionario.
Para evitar el deterioro de las plantaciones, AZCUBA determinó el adelanto del inicio de los cortes y molida de las cañas, una buena parte quedada de la temporada anterior, debido a fenómenos hidrometeorológicos.
La anterior cosecha concluyó antes de lo previsto y sin cumplir sus objetivos de producción a causa del impacto de eventos climatológicos, como una intensa sequía, el azote del huracán Irma a finales de 2017 y después persistentes lluvias a inicios de 2018.
El inicio temprano de la zafra fue respaldado por el presidente de la Asociación de Técnicos Azucareros de Cuba (ATAC), Eduardo Lamadrid, quien señaló que ha sido una demostración de que "se pueden hacer muchas cosas cuando se trabaja bien y se hace un uso correcto de las normas técnicas".
Lamadrid aclaró que no todos los territorios sobresalieron en la producción de 250.000 toneladas de azúcar entre noviembre y diciembre últimos, cuando rebasaron sus cálculos 10 de las 15 provincias y 34 de los 54 centrales en activo en la actual contienda.
El experto consideró que esa producción contribuye a satisfacer los compromisos con el mercado internacional y, "si se produce más, permite a la economía de la nación poder recibir un financiamiento adicional".
Lamadrid estimó que el plan de producción, que no se ha divulgado, puede cumplirse, "pero todos tienen que trabajar bien, sin indisciplinas tecnológicas y aprovechando al máximo la disponibilidad de la caña".
Durante décadas, Cuba fue uno de los grandes productores mundiales de azúcar, pero el colapso del campo socialista y la desaparición de la Unión Soviética, con la consiguiente crisis económica en la isla, provocó un violento declive productivo de ese sector, golpeado por la falta de inversión y la reducción de tierras y centrales.
La industria azucarera cubana llegó a producir más de siete millones de toneladas en la década de 1970 y, aunque trata de recuperarse, no ha podido pasar de los dos millones de toneladas en los últimos años.
Según AZCUBA, el país cuenta con 54 ingenios, 10 refinerías, 12 destilerías, así como otras instalaciones destinadas a subproductos y derivados, y dedica más de medio millón de hectáreas al cultivo de la caña.