NANNING, 30 ene (Xinhua) -- A unos cuantos días del Año Nuevo Lunar chino, Zhong Xian se muestra reacia a viajar a su pueblo natal para visitar a sus padres.
Zhong, de 33 años de edad, es gerente de negocios de un banco estatal en Nanning, la capital de la región autónoma zhuang de Guangxi en el sur de China. Zhong es soltera y tiene planeado viajar mejor a Phuket, Tailandia, durante sus vacaciones.
"En todos los Festivales de Primavera, cuando regreso a casa, mis padres me exhortan a casarme", dijo Zhong con franqueza. "Estoy tan harta de esto", dijo.
El Año Nuevo Lunar Chino se celebrará este año el 5 de febrero. Del 21 de enero al 1 de marzo se realizan cerca de 3.000 millones de viajes en China pues la gente va a reunirse con su familia o bien realiza recorridos en familia.
Pero debido a una serie de factores molestos como la presión familiar y social, un creciente número de chinos están decidiendo no viajar a sus lugares de origen y están eligiendo en cambio permanecer en el lugar en el que trabajan o bien simplemente viajar a otro sitio.
En una encuesta dada a conocer el lunes por Life Times en la plataforma de microblogs Sina Weibo, muchos de los chinos pertenecientes a lo que se ha dado en llamar "la tribu de quienes temen al hogar" indicaron que las preguntas sobre su salario y las citas a ciegas se encuentran entre las razones que los llevan a no querer viajar a sus lugares de origen.
En la ciudad de Wuzhou, en Guangxi, ciudad natal de Zhong, los residentes locales tienen la costumbre de decorar sus casas con flores y plantas en maceta consideradas auspiciosas.
"Antes, cada vez que viajaba a mi casa veía montones de flores de durazno", dijo Zhong. "En la cultura tradicional, las flores de durazno significan una buena relación y matrimonio. Ciertamente sé lo que mis padres tratan de decir con las flores".
La joven señaló que por hermosas que sean las flores, ella siempre se siente estresada porque significan que sus padres se preocupan por el hecho de que aún es soltera.
"Los parientes también me exhortan a casarme, lo cual intensifica la presión", dijo Zhong. "Por eso no quiero viajar a casa".
En la ciudad oriental de Xiamen, un trabajador migrante de nombre Yang también se mostró nervioso por la idea de viajar a su lugar de origen y este año decidió no hacerlo por los grandes gastos que implica.
"Tendría que gastar al menos 5.000 yuanes (745 dólares) en dinero de regalo de Año Nuevo", dijo Yang, originario de la provincia de Jiangxi, al medio Xunyang Evening News. "Y eso ni siquiera incluye mis gastos de viaje".
Además, Yang teme que sus parientes le hagan preguntas sobre su salario.
"La gente sabe que trabajo en una ciudad grande como Xiamen, así que creen que ahí hay mucho dinero", dijo Yang. "Tienen expectativas muy elevadas con respecto a mí y esto me presiona".
Muchos temen regresar a sus casas para el Festival de Primavera, pero muchos padres de familia están tratando de ofrecer algún alivio.
"En los últimos años, a mi hija ya no le gusta venir a casa", dijo Wang Liping, madre de Zhong Xian. "Lo puedo entender porque siempre le preguntamos que si ya tiene novio o cuándo se va a casar".
Wang dice estar enterada de la ansiedad de su hija y señaló que lo más importante es la felicidad de su hija.
Huang Nanjin, profesor de la Universidad de Guangxi, dijo que detrás de esta "tribu de quienes temen al hogar" se encuentra la disolución de los valores tradicionales.
"La comunicación rápida a través de internet ha reducido el apego de los jóvenes a las familias y al entorno en el que crecieron", dijo Huang. "Para muchos jóvenes, regresar a casa ya no importa tanto".
Pero "el hogar aún es el hogar", dijo Wang Liping. "Lo que más importa es la reunión de la familia".