Por Noemí Galbán
LA HABANA, 17 abr (Xinhua) -- Las medidas contra Cuba anunciadas hoy por Estados Unidos se enmarcan en una vieja política "fallida" y "retrógrada" que busca extinguir la Revolución Cubana mediante el "poder duro", aseveró el investigador cubano Hassan Pérez.
En entrevista con Xinhua, el académico del Centro de Estudios Hemisféricos sobre Estados Unidos de la Universidad de La Habana dijo que los pronunciamientos del secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, y del asesor de Seguridad Nacional de ese país, John Bolton, reflejan el retorno a los "instrumentos más severos de dominación".
"Las medidas son de muy baja elaboración intelectual pero profundamente peligrosas, pues retrotraen los avances experimentados en los últimos años y además nos indica que debemos de estar preparados para el endurecimiento de las acciones y retórica contra Cuba", advirtió.
Pompeo anunció este miércoles que a partir del próximo 2 de mayo quedará activo plenamente el Título III de la Ley Helms-Burton, que permite a ciudadanos estadounidenses presentar demandas en cortes estadounidenses para reclamar propiedades nacionalizadas en Cuba en la década del 60 del pasado siglo.
Por su parte Bolton, durante un acto realizado en Miami, Florida, informó que la administración de Donald Trump impondrá nuevas restricciones a los viajes de estadounidenses a Cuba y fijará límites a las remesas que reciben los cubanos de sus familias residentes en Estados Unidos.
Las dos acciones, según Pérez, forman parte del plan del gobierno estadounidense por promover una América Latina "subordinada a sus intereses".
"Son instrumentos para asfixiar económicamente a Cuba, impedir los contactos entre los pueblos y las familias, creyendo que ha llegado la hora de coronar sus pretensiones y hacerlo por la vía más dura", indicó el profesor universitario.
A juicio de Pérez, ambas medidas ciertamente tendrán un impacto negativo en la economía cubana y colocan las relaciones bilaterales en uno de los puntos más álgidos de las últimas décadas.
Perjudican no sólo los intereses de sectores en Estados Unidos que buscan un acercamiento con Cuba en el plano comercial, cultural, académico y científico, sino también los contactos y vínculos entre los dos pueblos.
"Creo que es muy importante la reacción de la Unión Europea y Canadá, pues la Ley Helms-Burton es una legislación de carácter extraterritorial en un mundo donde se internacionalizan y globalizan los intercambios comerciales", indicó.
El experto precisó que Estados Unidos no tiene el poder económico de antaño, ya que atraviesa "un proceso de declinación hegemónica y no puede dominar hoy el mundo a sus anchas".
Representantes del bloque europeo y de Canadá anunciaron que apelarán a normativas jurídicas nacionales para "contraatacar" a EEUU, en caso de existir acciones legales en cortes estadounidenses contra empresas europeas y canadienses que provoquen daños a sus negocios en Cuba.
En otro momento del diálogo, Pérez destacó que ante los recientes acontecimientos, vale la pena analizar el actual escenario interno de Estados Unidos.
"Muchas veces estas decisiones de política exterior son cortinas de humo intentando palear el complejo desafío económico y la carrera electoral para los comicios del año próximo donde Trump se juega la oficina oval de la Casa Blanca", explicó.
Según el investigador, la retórica en el discurso de Trump con relación a Cuba obedece a movimientos preelectorales, al tiempo que va dirigida al minoritario exilio de la nación caribeña, un sector de gran peso económico apartado de la emigración cubana de los últimos 25 años, que en su mayoría es favorable al entendimiento entre ambas naciones.
Pérez opinó también que se imponen nuevos desafíos para Cuba, pues resulta previsible que las medidas hostiles de la administración Trump se intensifiquen.
"Cuba no cifra sus esperanzas y futuro en una u otra administración norteamericana, sino en la capacidad propia de desarrollarse y actualmente estamos abocados a actualizar el modelo económico para contribuir al incremento de las capacidades productivas del país", aseveró.
Esa idea coincide con los mensajes compartidos en Twitter por el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, quien manifestó que lo anunciado este miércoles por Estados Unidos no es diferente a las acciones que durante más de 60 años han dirigido los gobiernos de ese país contra Cuba.
"No cambiará la actitud frente a los que sostienen la espada contra nosotros. Los cubanos no nos rendimos ni aceptamos leyes sobre nuestros destinos que estén fuera de la Constitución. En Cuba mandamos los cubanos. Cuba confía en sus fuerzas y en nuestra dignidad", escribió en Twitter.
Promulgada en marzo de 1996 por el entonces mandatario estadounidense Bill Clinton, la Ley de la Libertad Cubana y Solidaridad Democrática es más conocida por los nombres de sus principales promotores, el entonces senador republicano de Carolina del Norte, Jesse Helms, y el entonces representante de Illinois, Dan Burton.
Durante los últimos 23 años, el Título III de esa legislación estuvo congelado y cada seis meses los presidentes estadounidenses en turno renovaban su suspensión.
Sin embargo, el pasado 16 de enero, Trump decidió reducir a 45 días el plazo de dicha detención, con vistas a "realizar una cuidadosa revisión" sobre la pertinencia de aplicar ese título de la ley.
En tal sentido, el 19 de marzo último el gobierno de EEUU puso en vigor una excepción mediante la cual ciudadanos estadounidenses tenían la posibilidad de establecer demandas contra determinadas empresas cubanas, en correspondencia con lo contemplado en el Título III de la ley Helms-Burton.