Chen Qiufan asiste a Melon X, una convención sobre ciencia ficción celebrada en Hong Kong en marzo de este año. [Foto: China Daily]
Una nación en cambio
Hollywood es ahora plenamente consciente de la comerciabilidad de las historias de ciencia ficción chinas.
Después de leer su trabajo dentro de una antología, a principios de este año un productor de la compañía de Depp contactó a Chen. De acuerdo al escritor, las negociaciones avanzaron sin problemas, y pronto se reunirá con un equipo de producción para discutir cómo se hará la película.
Desde 2010, su trabajo ha aparecido en varias publicaciones estadounidenses, incluyendo la revista Clarkesworld Magazine y la Revista de Fantasía y Ciencia Ficción.
Su novela “Avalancha de Residuos” ha sido publicada en seis países, incluyendo Estados Unidos, mientras que el Instituto Británico de Cine ha ofrecido una ayuda a una empresa británica para adaptar el libro.
Chen acaba de terminar de leer el guión de la adaptación cinematográfica.
“Se ve muy bien”, asegura.
La novela retrata a varios individuos y diferentes grupos de amigos en Silicon Isle, un pozo tóxico que es un centro importante para el reciclaje de desechos electrónicos. La inspiración para Silicon Isle fue Guiyu, una zona de Shantou – ciudad natal de Chen-, en la localidad costera de la provincia de Guangdong.
Guiyu, en la costa sureste, solía ser uno de los sitios más grandes del mundo para reciclar chatarra electrónica. Hace aproximadamente una década, sus fábricas procesaban más de 1.550.000 toneladas métricas de basura electrónica anuales, provenientes de todo el mundo.
La visión distópica, y casi futurista, de “Avalancha de Residuos” llamó rápidamente la atención de los lectores occidentales. Muchos semanarios literarios la declararon como una novela "extremadamente relevante" sobre la vida contemporánea, en la que la moral y la ética son incapaces de mantener el ritmo de la cultura del descarte, la disparidad de ingresos y los avances tecnológicos.