WASHINGTON, 29 may (Xinhua) -- El conflicto de los aranceles con China iniciado por Estados Unidos disminuirá sustancialmente la inversión y socavará el crecimiento de la productividad si se prolonga más tiempo, aseguraron expertos de un "think-tank" con sede en Washington.
En una sesión informativa el martes, Adam Posen, presidente del Instituto Peterson de Economía Internacional (PIIE), afirmó que si EEUU sigue de lleno con los aranceles, el impacto directo serían incrementos generales de la inflación, con los hogares de menos ingresos más golpeados que otros.
Pese al previsto arrastre del crecimiento, Posen, que recurrió a trabajos de sus colegas, afirmó que el impacto de los aranceles adicionales podría ser compensado en parte con medidas fiscales o monetarias en ambos países, de forma que los efectos directos sean "importantes pero no enormes".
No obstante, dijo, a medio plazo los efectos en la inversión y el crecimiento de la productividad serán "sustanciales".
"Eliminar el atractivo de la inversión directa extranjera no solo en las cadenas de suministro sino en productos de marca y servicios empresariales (...) es significativo", afirmó.
A largo plazo, continuó, "se puede terminar con un trastorno sustancial en las partes más productivas de la economía estadounidense durante un par de años".
Nicholas Lardy, investigador del instituto, aseguró que no ve un impacto relevante en el PIB chino este año.
Lardy, que ha escrito varios libros sobre la economía china, dijo que probablemente no sería "tan inteligente" que las compañías trasladasen masivamente las cadenas de suministro fuera de China, porque sería difícil encontrar un lugar que pudiese absorber "un incremento tan grande".
Además del impacto económico, Posen afirmó que, con los aranceles, EEUU ha enviado un mensaje "perturbador" a China y otros países que podría "dividir al mundo" en temas importantes.
El grupo de expertos, que visitó China este mes, está también preocupado por el aumento de las fricciones en los frentes de la inversión y la alta tecnología.
"El conflicto tecnológico, más amplio, es mucho más perjudicial para el motor de la economía de EEUU", anotó Posen, y resaltó que el "régimen de control de las exportaciones" de la Administración estadounidense impediría con probabilidad flujos de tecnología a través de la frontera.
Este tipo de fricciones puede al mismo tiempo obstaculizar que EEUU y China cierren un trato, dado que el nivel de desconfianza está creciendo, comentó Jeffrey Schott, otro investigador del PIIE.
"Estamos claramente mucho más lejos de un acuerdo que a finales de abril", dijo, aunque añadió que no cree que "la puerta esté cerrada".