LA HABANA, 4 jun (Xinhua) -- El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, expresó hoy su rechazo a las nuevas disposiciones de Estados Unidos que prohíben el arribo de cruceros y los viajes educativos y culturales de grupos de estadounidenses a Cuba.
Estas medidas hostiles de Estados Unidos, incrementadas desde que Donald Trump asumió como presidente, recrudecen el bloqueo económico, comercial y financiero contra Cuba, a la vez que hacen retroceder las relaciones bilaterales, al echar por tierra los esfuerzos de los ex presidentes Raúl Castro y Barack Obama en pro de esos nexos.
Al respecto, Díaz-Canel escribió este martes en su cuenta en Twitter que Cuba "no se dejará amedrentar ni distraer con nuevas amenazas y restricciones", y que responderá con "trabajo, creatividad, esfuerzo y resistencia".
"No han podido asfixiarnos. No podrán detenernos. Viviremos y venceremos", señaló el mandatario caribeño en alusión a las medidas anunciadas por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, que incluyen a partir de mañana 5 de junio el cese de viajes de grupos de estadounidenses a Cuba para contactos pueblo a pueblo.
Ese tipo de viajes educativos fue una categoría creada por Obama para permitir a los estadounidenses visitar Cuba en estadías temáticas, con la finalidad de facilitar los intercambios culturales entre los dos países.
De igual modo, Estados Unidos prohíbe desde mañana miércoles los viajes recreativos de estadounidenses a Cuba en barcos de pasajeros, incluidos los cruceros, así como en aviones privados y corporativos.
Esta nueva estocada a las ya dañadas relaciones bilaterales fue condenada también por el canciller cubano, Bruno Rodríguez, quien consideró este martes que el propósito de Estados Unidos es "asfixiar la economía y dañar el nivel de vida de los cubanos para arrancarnos concesiones políticas".
El anunciado argumento del gobierno estadounidense es sancionar a Cuba por su "papel desestabilizador" en el hemisferio occidental.
Hasta el momento, los ciudadanos estadounidenses podían viajar a Cuba bajo 12 categorías, entre éstas las visitas gubernamentales, actividades de medios de comunicación o centros de investigación, proyectos educativos, religiosos y médicos.
De acuerdo con cifras del gobierno cubano, más de 600.000 estadounidenses viajaron a Cuba en 2018, principalmente en cruceros, sin contar otro medio millón de cubano-estadounidenses que visitaron a sus familias en ese periodo.
Las nuevas medidas de presión tienen lugar en momentos en que Cuba busca desarrollar al máximo el sector turístico, una de sus principales fuentes de divisas.