RIO DE JANEIRO, 6 jun (Xinhua) -- La justicia brasileña resolvió este jueves que la privatización de filiales de empresas estatales no necesita una autorización del Congreso, decisión favorable a los intereses del gobierno de Jair Bolsonaro.
En el mismo fallo la Corte Suprema especificó que la venta de las llamadas "empresas madres" del estado sí necesitan una autorización del Legislativo.
El abogado general de la Unión, el ministro André Mendonça, consideró que la sentencia es una de las más importantes de este año y de los que están por venir.
"El Supremo facilitó la formación del Estado brasileño en los próximos años, en el sentido de que hubo un reconocimiento de que hay muchas empresas estatales, innecesarias", comentó ante la prensa.
El resultado es importante para el gobierno de Bolsonaro, que tiene entre sus principales planes la privatización de empresas y activos estatales.
El año pasado, una decisión del juez de la Corte Suprema Ricardo Lewandowski prohibió que el gobierno vendiera estatales sin la autorización del Congreso.
Ello provocó que hace dos semanas el mismo tribunal suspendiera la venta de TAG, filial de Petrobras, un negocio valorado en 33.100 millones de reales (unos 8.500 millones de dólares).
El gobierno brasileño espera recaudar cerca de 80.000 millones de reales (20.510 millones de dólares) con la venta de activos y privatización de empresas estatales.
Según el Ministerio de Economía, Brasil tiene actualmente 134 empresas estatales, de las cuales 88 son subsidiarias. La petrolera estatal Petrobras, la mayor empresa de Brasil, tiene 36 subsidiarias, mientras que la eléctrica Eletrobras tiene 30 y el Banco do Brasil, 16.