LA HABANA, 13 jun (Xinhua) -- Damaso Fong, un cubano descendiente directo de emigrante chino, anunció hoy que posee un cuadro original del reconocido artista Pierre Auguste Renoir, uno de los máximos exponentes del impresionismo francés de finales del siglo XIX y principios del XX.
En declaraciones a Xinhua, durante una conferencia de prensa ofrecida este jueves en La Habana, el actual propietario de la obra reconoció que se trata de un óleo sobre lienzo de mediano formato, cuyas dimensiones son 70 por 80 centímetros.
Fong bautizó al cuadro "El penúltimo bodegón de flores", en alusión a la última creación de Renoir sobre naturaleza muerta, la cual terminó justo antes de fallecer en diciembre de 1919.
Aunque aclaró que el título original lo desconoce, la pieza formó parte de una exposición realizada por el artista en París en 1914, y cuyas obras desparecieron debido a la convulsión social que se apoderó de Francia por la invasión alemana durante la Primera Guerra Mundial (1914-1918).
Justamente a esa muestra acudió la pareja de aristócratas cubanos conformada por René Morales y Hortensia Scull, quienes adquirieron la pintura y posteriormente la entregaron a un amigo diplomático brasileño para que la sacara del país tras el triunfo de la Revolución Cubana en 1959.
Décadas más tarde, luego de la muerte de ambos dueños, Fong conoció la historia y decidió contactar con la heredera del matrimonio, quien reside en el exterior, en busca de ayuda para devolver la obra a sus legítimos dueños y demostrar que se trataba de un Renoir original.
No obstante, la hija de los propietarios declinó la propuesta de Fong y optó por vendérsela para que él hiciera las pesquisas que deseara pertinentes.
Luego de casi una década de investigación y recopilación de información documental fidedigna que conllevaron cuantiosos gastos e incluyeron viajes a importantes instituciones europeas dedicadas al arte impresionista y la realización de pruebas de pigmentación a la obra, Fong concluyó que se trata de un lienzo auténtico.
La obra actualmente permanece a buen resguardo en la bóveda de un banco en Manaos, Brasil, y muestra un ramo de rosas de varias tonalidades, elemento característico de la pintura de Renoir.
Precisamente los arreglos florales fueron para el artista un excelente medio para desarrollar su particular estilo impresionista, pues con ellos combinaba colores vivos con texturas que los difuminan. En este tipo de creaciones destacan "Ramo en un jarrón" (1878), "Jarrón de flores" (1866) y "Naturaleza muerta y bouquet" (1871), perteneciente al género bodegón.
Otros cuadros relevantes del pintor francés son "Baile en Moulin de la Galette" (1876), "La Grenouillère" (1869), "Almuerzo de remeros" (1880-1881), "El columpio" (1876), "Dos hermanas" (1881), "Baile en Bougival" (1883), "Las grandes bañistas" (1884-1887) y "Muchachas al piano" (1892).